Allá voy a meterme de nuevo en el embrollo de qué es un clásico. Ya conocemos las definiciones, pero quién le niega la importancia a modelos que fueron el cimiento de sus empresas. Regresamos hoy con los modelos comunes, sin grandes titulares, los del día a día. Este es el Hyundai Excel.
El Hyundai Excel es de esos autos grises, sin personalidad, que solo tuvo el mérito de una gran serie, una buena durabilidad y haber servido por muchos años a quienes no podían comprarse uno de los elitistas modelos de sangre azul que ocupan las páginas ”bien“ de los grandes medios. Quienes hemos trabajado toda la vida en el sector, siempre agradecemos a modelos como el Excel: sin ellos, todo hubiera sido más difícil.
El Hyundai Excel remplaza, en 1985, al Pony y por eso se le confunde con este. Su tracción fue delantera, a diferencia del Pony, y ese rasgo evita cualquier confusión. Aunque algunos mercados lo comercializaron como Pony, en realidad lo que vendían era un Excel. Esta es una de las curiosidades más deliciosas del Excel: en algunos lugares se conocía tan poco a Hyundai que se cometió ese error, en otros fue estrategia de mercado.
Este fue el primer auto de tracción delantera enteramente producido por Hyundai –algo así como su mayoría de edad- aunque por arreglos de marca y mercados se vendió, incluso, como Mitsubishi en los Estados Unidos. Fue un acierto enorme, que mantuvo a Mitsubishi como líder en el sector de los precios bajos, con la nota simpática de que muchos que blasfemaban de los autos coreanos en los noventa y compraban Mitsubishi, podían estar adquiriendo un Hyundai Excel.
El Excel tuvo configuraciones muy flexibles, para adaptarse mejor a los mercados donde habitó. Así, estuvo disponible con caja tanto manual como automática, acopladas a un motor de 4 cilindros en línea, alimentado por un sistema de carburador, aunque alcanzó a incorporar un sistema de inyección, más tarde. El motor base tenía 1,3 litros de desplazamiento y ofrecía 77 CV a 5500 rpm.
En los Estados Unidos, fue el primer compacto de la compañía reconocido como el "Mejor Producto Nº 10" calificado por la revista Fortune, llegando a establecer varios récords para la importación de coches con un periodo de un año de salida al mercado. Su venta llegó a ser hasta de 168.882 unidades; lo que resultó un notable empuje a la producción. Su éxito se sucede en diversos mercados, hasta en Australia, donde tenía un precio de 9.990,00 dólares australianos.
Debió ser reemplazado por el Elantra, en 1990, pero se negó a morir y obligó a la compañía a vender al flamante nuevo modelo a su lado por cuatro temporadas, hasta 1994.