El Shelby Cobra Daytona 427 Super Coupé era el Shelby en extremo, el non plus ultra en su clase y terminó arrinconado por casi 20 años, cuando fue concluido por un coleccionista privado.
El Shelby Cobra Daytona 427 Super Coupé estaba llamado a ser el más radical de Shelby American. Carroll Shelby ideó una versión temeraria del Cobra para asaltar Le Mans, en 1965, y no tendría compasión. Quería acomodar la bestialidad de motor que era el Ford 427 –un V8 de 7.0 litros de desplazamiento- en un chasis Cobra y rechinar la recta Mulsanne de una vez por todas.
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Con esa idea movilizó recursos y puso en marcha el proyecto, encargando a Peter Brock su desarrollo. El trabajo inició bajo el código Type 65 –existía la intención de tenerlo listo para 1965- tomando el bastidor CSB3054, perteneciente a un Cobra 427 Competition, y diseñaron una carrocería aerodinámica, notablemente más ancha que la de los Shelby Cobra Daytona convencionales, que pretendían sustituir. Esta contaba, además, con un fondo único, estilo kammback, que la identificaba del resto de variantes coupes del modelo.
El diseño del Shelby Cobra Daytona fue realizado en EE UU, por el propio Peter Brock, y se encargó la construcción de la carrocería a la empresa británica Radford, enviándose el bastidor desde EEUU. Sin embargo, esta compañía nunca llegó a terminar el trabajo, por lo que solicitaron que el prototipo, aún inacabado, fuera mandado de vuelta a Estados Unidos, para concluir su construcción.
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Estos contratiempos provocaron que el bólido no estuviera listo para la fecha deseada y se emplearon en competiciones los mismos Shelby Cobra Daytona del año anterior, equipados aún con el motor V8 289. En ese entonces, se involucra Carroll Shelby en el proyecto del Ford GT 40, con el resultado conocido por todos. Ese fue el golpe final al Shelby Cobra Daytona 427 Super Coupé, cuyo único prototipo acabó relegado y sin terminar.
Tras la bancarrota de Shelby American, el prototipo y todos sus elementos fueron comprados por un coleccionista particular, quién encargó a Mike Dopudja, en colaboración con el propio Peter Brock, terminar la fabricación del único ejemplar existente del Shelby Cobra Daytona 427 Super Coupé.
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Es el único ejemplar coupé cerrado del Cobra original dotado de un V8 427 y, por suerte, ha logrado llegar hasta nuestros días.