Nacidos con el desarrollo de este medio de transporte, su fabricaron hasta bien entrado el siglo XX. Aunque los llamados ¨de caballete¨ fueron los más utilizados, otras formas estructurales desempeñaron su función de enlace vial.
Este tipo de puente se constituyó en algo inherente al paisaje Norteamericano durante el siglo XIX y algo más. Aún hoy, alrededor de 27 de esas estructuras existen; algunas, brindando aún servicios locales. No se desarrollaron en Europa, a pesar del desarrollo ferroviario en el continente, debido a que las facilidades maderables no eran ni tan abundantes ni tan baratas como en EE.UU, y Canadá.
La expansión hacia el Oeste y el desarrollo de nuevos territorios para la naciente Unión, son bien conocidos por su aspecto social y en las diferentes formas en que se llevó a cabo. El Ferrocarril desempeñó un papel esencial y de cierta manera, utilizó la riqueza natural de los bosques que iba desbrozando en su ruta hacia la Costa del Pacífico del País. Una de esas riquezas fué la madera, que permitió el enlace Costa a Costa atravesando la Cordillera de los Apalaches. No debemos pasar por alto el rol de los Ingenieros y trabajadores que dieron vida a estas obras Ingenieras.
El Noroeste de EE.UU. y la provincia de British Columbia en Canadá, fueron dos zonas donde el uso de la madera en la construcción ferroviaria alcanzó muy altos niveles; en Traviesas, Estaciones y desde luego; en Puentes. Estos últimos se construían de dos formas; de ¨Caballete¨ y de ¨Castillo¨. Los primeros, más utilizados, formaban un triángulo isósceles con el vértice hacia arriba. Los segundos se armaban colocando bolos de madera cruzados transversalmente unos sobre otros hasta la altura deseada.
Estos últimos requerían menos herrajes para su ensamblaje, pero no ofrecían la versatilidad de formas que podían obtenerse en la construcción. Así, los de ¨Caballete¨ se hacían básicamente con madera aserrada en piezas cuadradas (ver fotos).
Según avanzaban las obras, surgían nuevos retos en cuanto a la altura y longitud de los puentes. En los primeros años del siglo XX se construyeron algunos que superaban los 70 m. de altura y los 400 m. de longitud, lo que agregaba nuevas exigencias a la estabilidad de la vía y su seguridad. Los canales acuáticos de Bonnet Carré, en Louisiana, son cruzados por tres puentes de caballete; cada uno de 2.4 km. de extensión, que fueron terminados en 1936. Son los puentes de madera de mayor longitud que se mantienen aún en servicio regular en Norteamérica.
Los adelantos tecnológicos, la limitada duración de la madera expuesta a la intemperie, la posibilidad del fuego como agente agresivo, entre otras consideraciones, han ido eliminando los distintos tipos de puentes de madera en los Ferrocarriles de EE.UU. Es lógico, aunque el rol que desempeñaron en su momento, no se ha olvidado.