La joven y en ascenso empresa tecnológica China, con sede en Pekin, Davinci Tech, tardo siete años en crear su primera motocicleta eléctrica: Da Vinci DC100.
Aunque 7 años parezca demasiado tiempo, valió la pena, se trata de un producto totalmente novedoso, futurista, de alto rendimiento con elementos de robótica y que integra rasgos que recuerdan a las café Racer.
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La propia startup ha descrito a la Da Vinci DC100 como robot por la cantidad de sensores electrónicos instalados para mayor seguridad, eficiencia y experiencias positivas durante el manejo, ejemplo: detectar la posición del vehículo en el entorno, medir la temperatura de la batería, el motor y ambiente, determinar la inclinación y el declive para aumentar el rendimiento, una vez se configure el sistema motriz o activar el frenado automático, que incluye un sistema de recuperación de energía de la batería, precisar el cabeceo y ángulo de inclinación gracias a sensores giroscópicos, posee un sistema de control de tracción para manifestar la descoordinación de velocidad entre las ruedas y cortar la potencia si la trasera patina. Con un smartphone se puede acceder y configurar por medio de una app parámetros de la motocicleta y a través de un control remoto moverla de forma autónoma a 5km/h.
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Alcanza la velocidad máxima de 200 km/h, Acelera de 0 a 100 km/h en 3 s, la potencia máxima es de 100,75 kW equivalentes a 135 CV y el par máximo es de 850 Nm. La autonomía oscila entre los 357 y 400 km. La carga de la batería es de tipo rápida, 100 % en solo 30 min y 85 % en 15 min, con cargador portátil.
La carrocería, monocasco, gris mate o naranja brillante, aleación de aluminio, recubre toda la batería. Neumáticos Pirelli Diablo Rosso III.
Pero Da Vinci no solo sacó a la luz a la Da Vinci DC100 que rondará los 26 mil euros, también tiene una exclusiva, la DC Classic, construida de forma artesanal, limitada a sólo 50 unidades y un precio de 78 mil euros.