La producción del live action de la infame villana de Disney Cruella de Vil, protagonizada nada más y nada menos que por Emma Stone, causa un gran revuelo para 2021. ¿Y qué podríamos decir entonces de la promoción de compra de un Panther De Ville por parte del productor cinematográfico más aclamado del mundo?
Este modelo es diseñado por la empresa británica Panther Westwinds con la misión de recrear un coche de la tercera década del siglo XX con la tecnología de punta de cuarenta años después. Panther De Ville se convierte en un modelo de lujo insignia con tan solo cincuenta y ocho ejemplares a la venta en el mercado mundial durante el período de poco más de una década que se estuvo produciendo la línea, de 1974 a 1985.
Disney necesitaba un coche a la altura de la afamada y obsesionada diseñadora de modas, y lo encuentra en este modelo, que a su vez fue inspirado en el Bugatti Type 41, también conocido como Royale, otro auto exclusivo. Ya la corporación contaba con uno que incluso acompaña a Glenn Close en el filme 101 Dálmatas: Más vivos que nunca, del año 1996, pero este no se encuentra disponible para el nuevo rodaje ya que fue cedido a Disneyland Paris y se encuentra actualmente en exposición.
La promoción de compra de Disney capta la atención de un ingeniero y coleccionista británico llamado Peter Mayo, que se entretiene apasionadamente en restaurar uno de esos menos de sesenta coches, que era de su propiedad. Declaraciones en los medios indican que la suma aportada a Mayo ascendía a casi seis cifras en libras esterlinas, lo cual implica se Disney pagó más de 100 000 euros en un coche cuyas piezas trasladó en dos vehículos de carga y asumió toda la restauración hasta convertirlo en el exquisito blanco y negro que apreciamos en la cinta.
El Panther De Ville con tecnología Jaguar, motor V12 y de 242 a 295 HP, resulta muy asombroso de apreciar luego en cines a su antiguo dueño, como luego confesara, que su coche era como el protagonista de una de las películas más esperadas del año 2021. Sin embargo, expresa un curioso dolor, y estuvo relacionado con el manejo y trato de Emma Stone durante la interpretación de la excéntrica Cruella de Vil, alegando: “es mucho menos cuidadosa que yo.”
Esta joya de los 70´, renacida para una obra excelente del séptimo arte, se halla hoy en exposición en Disneyland California.