Si se piensa en los autos más caros del mundo, lo lógico es acordarse de los modelos actuales, o relativamente actuales, como el Bugatti Veyron, el Pagani Zonda o cualquier modelo de Ferrari.
Sin embargo, y a pesar de tener precios astronómicos, estos autos apenas alcanzan una fracción de las sumas logradas por los modelos más clásicos y exclusivos.
Por ejemplo, los 4,4 millones de euros para comprar un Bugatti Chiron ni siquiera le permitirían entrar entre los 100 coches más caros jamás vendidos.
Los autos más caros del mundo son modelos antiguos y exclusivos.
Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé // 123 millones de euros
Un Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé de 1955 es el automóvil más caro jamás vendido: se vendió por la asombrosa suma de 135 millones de dólares en 2022, el equivalente, hoy en día (diciembre de 2023), a 123 millones de euros.
El coche, que anteriormente era propiedad de Mercedes-Benz, fue vendido por RM Sotheby’s en el Museo Mercedes-Benz a un comprador anónimo. La oferta ganadora fue realizada en nombre del comprador misterioso por SimonKidston, director del especialista en automóviles históricos Kidston S.A.
El precio de remate de 123 millones es el precio récord mundial actual para cualquier automóvil, más del doble del récord anterior, que en ese momento lo ostentaba el Ferrari 250 GTO en el tercer lugar de esta lista. Era tan caro que el precio de oferta inicial del SLR fue más alto que el precio final del 250 GTO.
Mercedes-Benz sólo fabricó dos 300 SLR Uhlenhaut Coupé y toman su nombre del ingeniero jefe de la empresa, Rudolf Uhlenhaut.
El coche fue diseñado como una versión de carretera del coche de gran premio W196 R, con un motor de ocho cilindros en línea de 3.0 litros ampliado que le permitía alcanzar velocidades de hasta 290 km/h.
Las dos ventas más significativas:
Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé.
Ferrari 250 GTO // 67 millones de euros
El Ferrari más caro jamás vendido es un Ferrari 250 GTO de 1962 con número de chasis 4153 GT, que alcanzó la increíble cifra de 67 millones de euros en una venta privada realizada por el piloto de carreras alemán Christian Glaesel al David MacNeil, magnate estadounidense y dueño de la empresa de repuestos para automóviles WeatherTech.
El coche tiene una ilustre historia en el deporte del motor: ganó el Tour de Francia de 1964 y finalizó cuarto en las 24 Horas de Le Mans de 1963, entre otras apariciones. Además, nunca se ha estrellado, lo que, según los expertos, es la clave de su inmenso valor.