En más de 55 años vinculado a las actividades del deporte en nuestro país no había recibido una demostración tan impactante. Cuando hace algunos meses lo observé por primera vez en carreteras sureñas de la capital cubana me quedé casi sin palabras … pero hace algunas horas la situación resultó muy superior. Se me apagaba la voz y no atinaba a emplear el calificativo más exacto.
Ver a un hombre pedalear con una sola pierna 200 km y llegar segundo en su categoría a la línea de meta es un hecho más que extraordinario. Primera vez en la historia de Cuba que un discapacitado con esas características cubre la distancia en menos de 6 horas. Es inmenso, un ciclista máster de 53 años completamente fuera de serie.
Nació e hizo su juventud en su querido Camagüey y después se trasladó hacia la provincia de Matanzas. Reside desde hace tiempo en la ciudad de Cárdenas, lugar donde las bicicletas constituyen el medio preferido de transportación.
Amigos míos, Jorge Luis González Pérez es ya una trascendente figura dentro del movimiento deportivo nacional. La ovación tributada cuando subió al podio a recibir su premio durante la ceremonia de la carrera 200 km Excelencias del Motor, indica todo el respeto y admiración de esa apasionada afición que sigue el ciclismo de ruta.
Veamos lo que dice este ejemplo de voluntad a toda prueba, dedicación y amor por el deporte.
“En el año 2002 sufrí un accidente de tránsito que me costó perder una pierna. Ello ocurrió cuando regresaba de la Ciénaga de Zapata tras cumplir ayuda a los damnificados del ciclón Michel en 2002. Al principio todo fue dolor y sacrificio para poder andar y salir fuera de casa. Unas semanas más tarde ya estaba convencido de que debía sobreponerme a esta nueva situación”.
“Yo practicaba carreras pedestres de largas distancias, preferiblemente media maratón… incursioné incluso en el Marabana antes del accidente y los resultados fueron aceptables. Siempre me gustó el deporte porque te enfrentas a la vida con mayor disposición; es salud, alegría, distracción y confraternizas con una enorme cantidad de personas que al final se convierten en tus amigos”.
“Mis inicios en el ciclismo fueron por el año 2004 y más tarde recibí colaboración del italiano residente en Varadero, Ferdinando Marinari (68 años), quien entrena conmigo y otros distinguidos veteranos corredores del territorio que también participan en diferentes categorías del ciclismo máster”.
“Este año estuve en la competencia anual que se organiza en Santa Cruz del Norte, Mayabeque. Después corrí en la Clásica Habana del Sur y posteriormente en el malecón habanero durante el Gran Fondo Tour Cuba”.
“Realmente no esperaba este resultado en los 200 km Excelencias del Motor. Estoy sorprendido y contento por todo el respaldo de la gente. Yo siempre ambiciono algo superior y trataré de hacerlo mejor en las reuniones de la próxima temporada”.
“Sí, ya subí a la Gran Piedra una vez y encontré dificultades en el famoso tramo de La Pared … Me tuve que bajar y maniobrar con la bici hasta que encontré la forma de continuar y llegar hasta la cima. Es un reto de clase dramática para cualquier ciclista”..
“Desde que comencé entre los atletas con discapacidad me inspiré en la figura del canadiense Terry Fox, quien cubrió miles de kilómetros por carreteras de su país. Yo trato de imitarlo, aunque en otra modalidad: ciclismo”.
“Conozco que en Europa, Estados Unidos y otros países desarrollados hay destacadas figuras con estas limitaciones que participaron en Paraolimpíadas y Mundiales. Damián López Alfonso ha sido nuestro representante en este deporte. La categoría mía es otra y veremos si en el futuro me tienen en cuenta”.
“El éxito en los 200 km se lo dedico a mis cuatro hijos, a toda mi familia y a las personas que me han ayudado hasta hoy. Deseo mucha felicidad a todo el pueblo de Cuba en las próximas festividades de fin de año y un 2018 lleno de buenos acontecimientos”.