
El piloto de Honda gana en Jerez una carrera con podio completamente español y se reafirma como el gran candidato al trono del Campeonato Mundial de Moto GP.
La caída que en Texas le costó el triunfo y el liderazgo del Campeonato Mundial de Moto GP es, a la luz de lo visto en el Gran Premio de España, una desafortunada anécdota para Marc Márquez. En Jerez, durante otra tarde de demoledor dominio, el catalán dio un nuevo golpe de autoridad para reafirmarse como el gran candidato al trono de la categoría reina del motociclismo.
Aprendió el líder de la escudería Honda la lección de Austin y eso minimizó las opciones del resto de la parrilla, porque en cada carrera queda demostrado que no hay rival más peligroso en estos momentos para Márquez, que el propio Márquez.
Ni los ruidos mediáticos de una pole histórica –en la que fue tercero- hicieron perder el enfoque al piloto español. Como en su momento le sucedió al mítico Mike Hailwood cuando él mismo ganó su primera pole en Moto GP con apenas 20 años y 62 días, le tocó ahora decir adiós a ese fabuloso récord, que desde ahora es de 48 días menos y pertenece al francés Fabio Quartararo.
Su compañero Morbidelli le escoltó en la vuelta rápida y ese buen desempeño de las Yamaha satélites de Petronas disparó las expectativas en torno a la carrera. Sin embargo, la máquina de Quartararo no respondió y tuvo que conformarse con ver desde la distancia el soberbio recital de un Márquez que a cada vuelta imprimió un endemoniado ritmo hasta fijar en 1.38:00 minutos la cota para la vuelta más rápida de este circuito.
Así las cosas, toda la emoción su fundió a espaldas del ilardense y para deleite de la tribuna, el podio se repletó de españoles. Buenas noticias llegaron para Suzuki con la remontada de Alex Rins, quien partió en la novena posición y rodó durante muchas vueltas al acecho del más mínimo desliz del líder.
Pero mejores sensaciones dejó para Yamaha la resurrección del español Maverick Viñales, por primera vez en el podio en esta temporada. Su otro gran mérito fue aguantar los embates de la Ducati del italiano y hasta entonces líder Andrea Dovozioso, quien lo intentó hasta la última curva y no pudo romper las estadísticas: nunca ha subido al podio del circuito español.
Sigue estando el Mundial en modo suspense, con los cuatro primeros de la clasificación separados nueve puntos y con el Gran Premio de Francia en el horizonte.