Como si estuviera surcando las aguas cercanas a Yucatán, la embarcación Blue Label recorre el litoral norte habanero en busca de las especies de casteros y agujas que premia el evento de pesca deportiva más importante de la mayor isla antillana y uno de los más antiguos del mundo.
“Venimos desde el 2008, siempre planificamos nuestra presencia en la justa porque es un verdadero honor competir en este escenario y disfrutar de La Habana”, dijo a Excelencias del Motor, Eric Gamboa, capitán del Blue Label.
Con una tripulación de ocho mexicanos, Gamboa explicó que el Hemingway es un torneo que representa mucho para su equipo. “Nos preparamos todo el año para venir. Nosotros normalmente participamos en dos o tres lides en la costa de Quintana Roo, pero el más importante es este”.
Agregó que tienen la base de operaciones en Progreso, Yucatán, y que en este 2019 tuvieron la oportunidad de traer su bote, un Bertram de 51 pies de eslora y con condiciones especiales para la navegación y la pesca al curricán, modalidad usada para la captura de casteros, aguja y otras especies.
“Nuestra embarcación tiene bandera estadounidense, pero lo tenemos en la costa mexicana. Es muy marinero. Cuenta con dos motores Man de 1050 caballos de fuerza cada uno, y una capacidad de almacenamiento diésel de 4000 litros”, añadió Gamboa.
Gamboa dijo, además, que fue emocionante disfrutar de la travesía de Cancún a La Habana, que duró alrededor de 15 horas con un consumo de unos 3000 litros de combustible. “En el 2008 ganamos el premio al mayor dorado y este año no queremos quedarnos con las manos vacías”.
El Blue Label, único equipo mexicano en el torneo que recuerda al Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway, capturó en la primera fecha un dorado de 15 libras para liderar esta modalidad.
En el Hemingway, con actividad hasta el próximo sábado, premia a los tres equipos más destacados en puntuación, además de distinguir la primera captura de cada fecha, el mayor wahoo, el túnido de más peso, el dorado más grande, el pescador más joven y la primera mujer que certifique una presa.
Fotos: Sergei Montalvo Aróstegui