Ramón Ventura se alzó con el Primer Gran Premio Anual Iberostar a la Conservación de Autos Antiguos y Gabriel Sánchez obtuvo el de la Popularidad.
Primer Gran Premio Anual Iberostar a la Conservación de Autos Antiguos
La carrera que comenzó el 16 de noviembre de 2018 con el lanzamiento del Primer Gran Premio Anual Iberostar a la Conservación de Autos Antiguos, en el Hotel Iberostar Packard, tuvo una primera parada el 1 de diciembre con las inscripciones de los competidores en La Piragua, sede del Proyecto Cultural Amigos de Fangio, para finalmente el 5 de enero de 2019, finalizar con el mayor desfile de autos antiguos de La Habana.
Más de 150 vehículos, entre automóviles, camionetas y motos, partieron al mediodía desde el Hotel Iberostar Riviera, en una colorida caravana por el Malecón habanero, hasta arribar a la meta en el Hotel Iberostar Packard: 5 km de recorrido. En el Packard se dieron a conocer los dos ganadores del Gran Premio, el de Conservación, elegido por el Jurado, a Ramón Ventura (Plymouth 56) y el de la Popularidad, elegido por Redes Sociales, a Gabriel Sánchez (Chevrolet 56).
Los ganadores disfrutarán de estancia en hoteles Iberostar, como premio, al tiempo que Iberostar Hotels & Resorts entregó entre los participantes, otros 15 premios adicionales de su Dirección de Marketing. El evento, apoyado por el Proyecto Cultural Amigos de Fangio (el pentacampeón argentino de automovilismo que corrió en La Habana a fines de los años 50) y el Club de Autos Antiguos “A lo Cubano”, estuvo patrocinado por Iberostar y fue dedicado al 500 Aniversario de la fundación de La Habana.
El desfile lo abrió un emblemático Packard de 1942 (último fabricado antes de la II Guerra Mundial), emblema del Hotel, al cual pertenece. Los autos antiguos habaneros dan colorido al turismo extranjero, que suele retratarse con ellos y, por qué no, p asear en ellos por La Habana como en la ‘máquina del tiempo’: más de medio siglo hacia atrás. Por otra parte, el ‘almendrón’ (como lo llaman aquí) es un reflejo de la constancia del propietario y de la inteligencia del mecánico, ambos unidos, a menudo, en la transportación de pasajeros.
No puedo terminar sin contarles algo del Plymouth y de Ramoncito, los dos ganadores del Gran Premio. El ingeniero Ramón Ventura adquirió su carro a finales de los 90. Era del Padre Osorio (su único dueño), estaba muy bien cuidado. El Plymouth Belvedere era el tope de la gama y fue el primero de la marca con cinturón de seguridad. El Plymouth desapareció en 2002.
Fotos por: Maykel Espinosa Rodríguez y Sergei Montalvo Arostegui