Efectivamente, a Lamborghini también lo sedujeron las motocicletas y, en la segunda mitad de los 80, se montó sobre dos ruedas. Conozcamos la historia.
En la historia automotriz de Ferruccio Lamborghini (ExM 46) no hay moto. A los tractores que lo hicieron rico, se sumaron luego los automóviles de ensueño que lo hicieron millonario. Tras fabricar muchas quimeras para amantes al automovilismo, Don Ferruccio vendió su parte de Lamborghini Automobili a René Leimer, en 1973, y se retiró.
Desde entonces, Don Ferruccio se dedicó a la agricultura (como antes) en los viñedos que ya había comprado, a lo cual consagró los 20 años que le quedaban de vida. Su paso por el mundo automotor marcó un hito, lleno de historias y leyendas. Su origen y destino fue siempre el campo, entre el olor a uva madura y la embestida de toros bravos.
Por tanto, Ferruccio Lamborghini nada tuvo que ver cuando, en 1986, fue presentada la motocicleta Lamborghini Desing 90. ¿Cómo sucedió? Resulta que el empresario francés Patrick Mimran, entonces CEO de Lamborghini, decidió abrir nuevos mercados a la marca y empezó a fabricar, entre otros productos, motores fuera de borda y… motocicletas.
Para desarrollar la moto negociaron con la empresa Boxer Bikes, asentada en Toulouse (Francia), especializada en bicicletas de carrera artesanales. A Claude Fior, famoso ingeniero y diseñador francés, le pidieron que creara la motocicleta Lamborghini. Fior era bien conocido en el universo de las 2 ruedas a través de sus motos de carreras de alto rendimiento.
Por el prestigio de Lamborghini tendría que fabricar una motocicleta a la altura de las mejores del mundo, por lo cual se utilizó para su desarrollo tecnología aeroespacial. Construyeron un cuadro de doble cuna, tubular, de acero, ultraligero, rígido, muy sofisticado. A todo esto, agregaron una suspensión especial para ella.
Esta suspensión especial para la Lamborghini Desing 90, merece que se la explique: usaba aire comprimido como elemento de resorte y cierto aceite espeso como sistema de amortiguación. Pero, además, es completamente ajustable. Atención ¡esto ocurre en los años 80! Para la carrocería se eligió la del tipo Aero, típica en las motos deportivas de la época.
Una carrocería cerrada, que fue creada por el diseñador italiano Massimo Tamburini (ExM 63) para la moto Bimota DB1 y después usadas por las Suzuki GSX 750F y GSX-R 900F, la Cagiva Freccia C9, las Honda CBR 600 y 1000, y la Ducati 750 Paso, entre otras. Era fabricaba, con fibra de vidrio, a la medida de la moto.
El motor elegido fue un Kawasaki Ninja GPZ 900R, propulsor de 4 cilindros y 16 válvulas (4 por cilindro), 998 cc y 115 CV a 9 500 rpm. Potencia que, con una masa de 170 kilos, bastaba para alcanzar fácilmente los 250 km/h. Súmese, para frenar, dobles discos delanteros Brembo, y escape Devil, asiento de cuero real, más llantas Gotti, hechas especialmente para la Desing 90 de Lamborghini.
Una vez presentada, la moto fue puesta en venta (por pedidos) a 13 500 USD la unidad. Sin embargo, apenas llegaron unas 50 solicitudes de ellas, que no pasaron de una decena las construidas. En 1987, la automotriz (EE UU), Chrysler Corporation (ExM 13), le compró al francés Patrick Mimran Lamborghini.
Por azares de la globalización, Lamborghini es ahora una de las 12 marcas del Grupo Volkswagen. En 2012, coincidiendo con la compra de la marca de motos Ducati por Audi (subsidiaria del Grupo Volkswagen) anunciaron la posibilidad de que Lamborghini hiciera otro intento en 2 ruedas. Para lo que se presentó el prototipo de motocicleta Lamborghini Caramela. Pero esa ya es otra historia.
Más recientemente, en la primavera de 2018, se subastó una motocicleta Lamborghini Desing 90, “clásica” (30 o más años de fabricación). El precio de salida era de 58 800 USD, pero nadie llegó a esa cifra y no se vendió. La moto, que tiene el nº 2 de fabricación, la presentó su único propietario, el original, con la cual ya había rodado 7 400 km.