Del magnífico pelotón de las mejores superbike de la historia, sobresale la Ducati 916, joya de la mecánica italiana, con un diseño cautivante, tiene una efectividad muy difícil de superar. Su motor y sus líneas armoniosas y sencillas, hacen de la 916 una de esas motocicletas que marcan épocas. Es una de ”las mejores motos de todos los tiempos“.
De la mano del maestro Massimo Tamburini, con la colaboración de Sergio Robbiano, salió la Ducati 916, apodada por algunos motociclistas como ”la bala roja italiana de dos ruedas“. Para que pudiera competir en el Campeonato de Superbike, se hizo en 1994 una pequeña serie con vistas a homologar el modelo. Se comercializó a partir del año siguiente (1995) y permaneció en el mercado hasta 1998. En solo cuatro años creó una leyenda.
Las motos Ducati se producen desde 1946. Inicialmente, la familia Ducati fundó una empresa para fabricar componentes de trasmisores de radio, en Bolonia, Italia. Concluida la II Guerra Mundial, se dedican a construir motocicletas. En 1983, Ducati es adquirida por los hermanos Castiglioni y entra a formar parte del Grupo Cagiva. Aficionados al motociclismo, los Castiglioni participan en las competencias de superbike, donde obtienen importantes éxitos.
Como parte de la corriente de las superdeportivas de Ducati, nace la 916 en el Centro de Desarrollo de Cagiva, en San Marino. Su salida constituye una revolución en el mercado de las supermotos de altas prestaciones, pues en este modelo se unen tecnología y diseño, potencia y belleza en excelente armonía. Es la ”moto del año“ de todas las revistas especializadas en vehículos de una sola huella.
El motor de la 916 (916 cc) es de cuatro tiempos, bicilíndrico en V a 90 grados, cuatro válvulas por cilindro, refrigeración por agua y, además, otro pequeño radiador de aceite. Da 109 CV de potencia a 9 000 rpm. La alimentación por inyección electrónica Weber, caja de velocidades de seis marchas, embrague seco y arranque eléctrico. Velocidad punta aproximada: 260 km/h, aceleración de 0 a 100 km/h en solo 3 s.
El chasis es multitubular de acero y el subchasis es de aluminio, desmontable, con basculante monobrazo, también de aluminio. Los frenos son Brembo, discos dobles delante de 320 mm c/u, con pinzas de cuatro pistones y latiguillo metálico, detrás un disco de 220 mm, con pinza de dos pistones opuestos. La suspensión delantera con horquilla Showa invertida, de 43 mm de diámetro, multiregulable en muelle e hidráulico y, detrás, monoamortiguador progresivo Showa, multiregulable.
Es bueno destacar también, las llantas de tres brazos, Brembo, la doble óptica delantera con foco izquierdo para corta y derecho, halógeno, para larga, asientos radicales para ambos tripulantes, manilla de freno delantero regulable, con cuatro pasos, el manillar anclado y rueda trasera de extracción rápida, como las motos de carreras.
Ducati, como marca, ha logrado grandes éxitos competitivos en las categorías mayores del motociclismo mundial durante las últimas dos décadas, desde campeonatos de superbike hasta los de MotoGP.
Créditos
Willy Hierro Allen