El Pedraplén de Cayo Coco es una impresionante obra de ingeniería que conecta la cuarta isla más grande del Archipiélago cubano con tierra firme de la provincia Ciego de Ávila.
Según la RAE, pedraplén es un “terraplén hecho de piedras a modo de camino que une dos puntos separados por el mar”. Esta construcción de ingeniería se realiza en zonas costeras para conectar una isla con el continente o para crear una carretera sobre el mar. En Cuba, existen ejemplos muy significativos como el Pedraplén de Cayo Coco, importante proyecto vial que une tierra firme con la cuarta isla más grande del archipiélago cubano y que, a su vez, con una longitud de 35 km, resulta uno de los más largos del mundo.
Fue construido en la década de 1980 para conectar la isla de Cayo Coco con el continente, específicamente con la ciudad de Morón en la provincia de Ciego de Ávila. Un proyecto de gran envergadura que tomó alrededor de tres años en completarse y para el cual se utilizaron toneladas de rocas y materiales de construcción con el objetivo de crear una estructura sólida que pudiera soportar los embates del mar y las condiciones climáticas extremas de la zona.
La construcción de esa obra, con 17 km sobre el agua, se concibió con 14 puentes facilitadores del intercambio de las corrientes marinas, aunque luego de las afectaciones provocadas por el paso del huracán Ike (2008), se decidió unir dos. La obra fue todo un desafío debido a las condiciones geográficas y ambientales únicas de la zona. Se necesitaron grandes esfuerzos de ingeniería para garantizar que el camino fuera seguro y confiable, y se utilizaron técnicas como la colocación de pilotes y la protección del Pedraplén contra la erosión y las fuertes olas del mar.
Mantener la seguridad en el traslado por esa vía constituye una prioridad, de manera que se garantizan los mantenimientos con regularidad, a cargo de brigadas especializadas del Contingente Roberto Rodríguez Fernández y la Empresa de Construcciones y Montaje de la provincia Ciego de Ávila.
El Pedraplén de Cayo Coco representa una significativa importancia económica para Cuba, pues ha permitido el desarrollo del turismo en la zona. Antes de la construcción del Pedraplén, la isla de Cayo Coco era un lugar remoto y aislado al que solo se podía acceder por avión o en barco. Con la construcción del Pedraplén, se abrieron nuevas oportunidades para el turismo, posibilitó la construcción de hoteles y resorts, e hizo un hecho el acceso directo de turistas y nacionales en vehículos automotores desde la Isla. Asimismo, ha sido la brecha para generar nuevas fuentes de empleo y oportunidades de negocios.
La obra estuvo precedida por una red de carreteras internas que ha posibilitado la construcción de hoteles con categoría de Cuatro y Cinco Estrellas, además de villas de alojamiento, un aeropuerto internacional y otras instituciones de apoyo a la denominada industria del ocio. Actividades náuticas, redes de transmisión de energía eléctrica, comunicaciones fiables y bases de transporte, posibilitan la operación de un turismo de salud y seguridad en Jardines del Rey, un paraíso que distingue por sus hermosas playas de coral, el verdor del paisaje, los ritmos latinos candentes y la hospitalidad.
Este viaducto es una construcción impresionante desde el punto de vista de la ingeniería, pero también tiene un impacto en el medio ambiente, pues actúa como barrera natural que protege la costa de la erosión y de los efectos de los huracanes y tormentas tropicales, comunes en la zona.
El Pedraplén de Cayo Coco abrió las puertas de la provincia y el país hacia el futuro. En los siguientes años la conquista de esos parajes hermosos se extendió hasta los cayos Guillermo, Antón Chico, Paredón Grande, Romano y Providencia, a través de caminos asfaltados y pequeños pedraplenes que otra vez desafiaron a la naturaleza.