Lo que parecía el sábado, fue el domingo. Sebastien Vettel (Red Bull Renault) materializó un incontestable triunfo, para acentuar su condición de campeón defensor y el buen rendimiento de los monoplazas de la bebida energética. Lewis Hamilton (McLaren Mercedes) hizo sus intentos por darle caza al alemán, sobre todo en el primer tercio de carrera, pero después de la primera parada la ventaja del hombre pole fue definitiva.
Vitaly Petrov (Lotus Renault) negoció un digno tercer puesto y logró así su primer podio de su corta carrera en la F1. De esa manera, Fernando Alonso (Ferrari) se quedó sin premio y tuvo que conformarse con la cuarta posición. Sin embargo, el trabajo de Alonso fue meritorio luego de una mala salida y de tres paradas, una más que los punteros de carrera.
No fue el día de Mark Webber (Red Bull Renault) ni para Jenson Button (McLaren Mercedes), quienes perdieron posiciones a medida que avanzó la carrera. Finalmente, el australiano terminó quinto y el inglés sexto. Por otra parte, meritoria fue la labor del equipo Sauber que en el debut del mexicano Sergio Pérez metió sus dos coches en los puntos. El latino acabó séptimo, mientras que su compañero de filas, Kobayashi finalizó octavo.
El top ten lo completaron Felipe Massa (Ferrari) y Sebastien Buemi (Toro Rosso), en ese orden. El brasileño fue de más a menos en el GP australiano, mientras que Buemi hizo un gran trabajo para aferrase al último punto en disputa. En el primer GP de temporada se vio pelea por las posiciones, el uso del KERS, de los alerones traseros móviles y un esperado rendimiento de los nuevos neumáticos Pirelli que obligó a los pilotos a hacer al menos dos paradas, aportando algo más al espectáculo.
Créditos
Willy Hierro Caveda