Fácilmente reconocible por su color negro intenso, incluido el motor y la caja de velocidades, el Vincent Black Shadow (Sombra Negra) tenía una gran pantalla de cinco pulgadas en su farol delantero y un enorme cuantakilómetros que marcaba 240 km/h, con una velocidad crucero entre 100 y 125 mile/h (160/200 km/h).
Se vendía como ”la motocicleta estándar más rápida del mundo“ y fue la máquina soñada de muchos amantes de la velocidad sobre dos ruedas. Más ligera y mucho más rápida que las tradicionales Harley-Davinson de posguerra, hizo historia en Norteamérica y el Caribe. En la década del 50, cuando las carreras eran entre ciudades, las motos Vincent 1 000 (998 cc) no tenían rival.
El origen de esta moto está en la ciudad inglesa de Wolverhampton. Un expiloto de aviación británico, Raymond Howard Davies, era corredor de motos antes de la I Guerra Mundial. En 1914 integraba el equipo de competencias de la prestigiosa marca Sunbeam. Durante la guerra fue hecho prisionero y en cautiverio maduró la idea de construir motocicletas deportivas. En 1924 lo consiguió.
Junto a su socio E. J. Massey, Raymond Howard Davies fundó su empresa para fabricar motos, a la cual la bautizó con sus iniciales: RHD. Fueron motocicletas elegantes e innovadoras, máquinas muy avanzadas para su época que incorporaban tecnología de punta, con características únicas. En 1925 ganaron el famoso TT de la Isla de Man y estableció récord de velocidad: 66.13 mile/h (106.4 km/h).
Raymond Howard Davies vendió su fábrica de motocicletas en 1928 por 500 libras esterlinas. El comprador, Phillip Vincent, era un joven estudiante de la Universidad de Cambridge que tenía el apoyo de su familia. Fabricar buenas motos era el sueño de Phil Vincent desde niño. La nueva empresa se llamó: Vincent RHD Co. Ltd.
A partir de 1936 y hasta el fin de la II Guerra Mundial, las Vincent no tenían rivales. Tras la guerra, Vincent fue la primera fábrica en comercializar sus productos. En 1955, durante una cena con propietarios de motos de la marca, Phil Vincent anunció que dejaría de fabricar motocicletas. Vendió la fábrica a Harper Ingeniería.
Créditos
Willy Hierro Allen