Como si el desembarco comercial de su filial española SEAT en China fuera poco, el grupo Volkswagen brinda su imperio en el gigante asiático, donde invertirá 170 millones de euros para levantar, junto a su socio SAIC, la que será su décimo primera fábrica en ese país, a la par que ha renovado la 'joint venture' que mantiene con su otro socio, FAW, para colaborar en la creación de coches ecológicos hasta 2041. Y no es fortuito, no. Toda vez que China se ha convertido en los últimos tres años en el primer mercado mundial para la multinacional alemana, que en 2011 comercializó allí 2.26 millones de vehículos (para un alza del 17.7 %) y en el primer trimestre de 2012 lleva
vendidas 633 000 unidades (+15.6 %).
De ahí que Volkswagen y SAIC construirán una nueva factoría en la localidad de Urumqi (capital de la provincia de Xinjuang), que entraría en funcionamiento a partir de 2015, con una capacidad de producción estimada de 50 000 vehículos anuales. Mientras, el presidente del consorcio de Wolfburgo, Martin Winterkorn, firmó un acuerdo recientemente para renovar por 25 años la 'joint venture' establecida hace más de dos décadas con FAW, en virtud del cual la colaboración entre ambos contemplará el desarrollo de autos con energías limpias.
Presente en el gigante asiático desde 1984, Volkswagen es el primer y el mayor fabricante de automóviles extranjero en China, donde a través de las sociedades conjuntas que mantiene con FAW y con SAIC (esta última especializada en turismos) emplea a más de 50 000 trabajadores en una decena de fábricas, y ya proyecta invertir la nada desdeñable cifra de 14 000 millones de euros hasta 2016.