El transporte aéreo ha creado algunas dificultades al ser un factor contaminante del medio ambiente, y uno de los principales responsables de los problemas energéticos y ecológicos debido a él gran consumo de combustibles fósiles que realizan los aviones para su óptimo funcionamiento.
Por ello, muchas han sido las innovaciones que ha realizado el sector de la aeronáutica en pos de lograr una transición hacia una aviación verde y de esta manera llevar a cabo vuelos más respetuosos con el medio ambiente. Innovaciones que van desde optar por combustibles más limpios y ecológicos, hasta el rediseño de los motores de dichas máquinas con el objetivo de hacerlas menos nocivas y más eficientes.
La compañía de tecnología Thales, se sumó a esta lucha por una aeronáutica mejor y anunció recientemente el desarrollo de Green Flag, una plataforma de colaboración que le permite a los centros de Control de Tráfico Aéreo (ATC), aplicar procedimientos verdes en conjunto con los pilotos y con el apoyo de las tecnologías 4D.
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De la misma forma Flights Footprint Estimator (o Estimador de la Huella de los vuelos) afirmó que se enfoca en brindar una estimación objetiva del impacto que tienen los vuelos de la atmósfera, centrándose específicamente en las emisiones de dióxido de carbono.
Para esto se hace imprescindible el trabajo de los controladores de tráfico, pues a través de factores como el clima, condiciones atmosféricas, la temperatura y la distancia se logra calcular la huella de carbono dejada por los aviones desde el momento que despega, hasta que aterriza.
Esta tecnología dispone de modelos avanzados con un basamento académico de varios estudios sobre las consecuencias de la emulsión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero y se tiene la esperanza de que se encuentre disponible a finales de año, para de esta manera de reducir el impacto ambiental generado por los miles de vuelos que se realizan en el mundo, a diario.