
Podría pensarse que van a leer un cuento para niños, pero nada más alejado de la realidad. Es una maestra que incentiva en sus alumnos el amor por el patrimonio automotor.

Sandra Arias Betancourt es graduada de Licenciatura en Educación en la especialidad de Lengua Inglesa y actualmente trabaja en la Escuela Internacional de La Habana. Sus estudiantes tienen edades de entre 5 y 6 años y en las clases que imparte los niños aprenden las diferencias y similitudes del transporte de hace 100 años con el moderno, y su evolución en el tiempo. Muy importante es la enseñanza que reciben sobre el impacto que tienen los diferentes medios de transporte en el medio ambiente.

La maestra fue más allá: llevó a sus alumnos al Museo del Automóvil “El Garaje” para que aprendieran sobre la historia del transporte en Cuba y otros países. Los esperaba su director, el joven Lic. Ignacio Reyes Fandiño, quien los atendió personalmente y explicó con detalles en un lenguaje accesible para los pequeños.

A los niños les fascinaron varios vehículos y cada uno de ellos por un motivo:
- La moto Ducati modelo de carretera de 1977 (inspirada en una moto Ducati de carrera que ganó un Grand Prix porque con ella pueden llegar a Varadero).
- El anfibio Ebro modelo Gato Montés del año 1971, porque lo mismo va por el agua que por la tierra y tiene seis ruedas.
- Los 3 “Papa Móviles” porque nada más tuvieron ese uso.

Sandra, la maestra de este “había una vez” es propietaria de un Ford Prefect de 1952, que posee desde 2014 y es miembro del Club de Autos Clásicos Británicos y nos señala que “ser parte del club me ayudó a conectar el aprendizaje del aula con la visita a este lugar donde hay carros parecidos al mío”

Su recomendación es que la visita al Museo del Automóvil es una experiencia única. La diversidad de carros que muestra es fabulosa y los museólogos muy atentos explican los detalles de las piezas en exposición. Por eso le recomendamos no solo a los maestros, sino también a los padres propietarios autos y motos que vayan al Museo del Automóvil y mantengamos la historia de nuestra patrimonio rodante.