Desde hace nueve años, Varadero tiene otro atractivo peculiar como destino turístico cada segundo fin de semana de febrero, cuando todo el lugar pareciera devenir en un autóctono Café Racer de los harlistas cubanos y extranjeros.
Propietario o no de alguna Harley-Davidson clásica o moderna; motorista o no de cualquiera otra marca; hippie, rockero, frikie; si estás en Varadero durante el segundo fin de semana de febrero, no podrás ignorar el sonido retumbante de hasta 5 000 revoluciones por minuto que se escucha seguido en la 1era avenida, ni la música afín que ocupan el parque de la calle 44 o la paladar Nonna Tina, ni la visualidad de carrocerías grandes y distintivas de estos motores americanos que se agrupan en el lugar, luego de venir rodando desde varias provincias del país con familias que lucen los atuendos característicos.
Y es que desde hace nueve años, Varadero resulta la sede de los harlistas cubanos para reencontrarse y compartir también con amigos extranjeros, que repiten o llegan por primera vez. Pareciera el Café Racer de la Mayor de las Antillas en el que la cultura de las Harley-Davidson se muestra auténtica e imperecedera.
Te puede interesar: Harlistas Cubanos en Varadero
Desde Camagüey hasta Pinar del Río, así como de Canadá, México, Estados Unidos y Puerto Rico son las inscripciones en esta ocasión, algunas procedentes de miembros de Latin American Motorcycle Association (LAMA).
A Robert Henry, canadiense que asiste por segunda vez al evento, le sorprende que los cubanos lleguen rodando en sus motos desde tan lejos pues reconoce que dada la exclusividad y el valor de las Harley-Davidson "la llevaría en un trailer para cuidarla más, así hacemos en mi país".
Entre lo distintivo del intercambio esta vez, quizás esté la similitud con la historia original de los rockers ingleses pues también hubo un pastor y una misa para bendecir las motos, además de que socializaran entre sí la Biblia del motociclista.
Otra novedad resultó el concurso de dibujos "La moto de mis sueños" que convocó el comité organizador para los niños de la secundaria básica "Martin Klein Schiyer”, como parte del deseo de los harlistas de acercarse a la comunidad, con el apoyo del gobierno municipal. El certamen articuló a varios de los colaboradores en la realización del evento entre los que destaca también Be Live Hotels.
Para Bernardo Martínez, cubano residente en los Estados Unidos que no deja de venir cada febrero a Matanzas, esta cita de los harlistas ha ido creciendo y es una oportunidad única para el intercambio con amigos que comparten el mismo sentimiento de libertad.
Como las prácticas de los rockers de los Café Racer, también hubo carreras, pero no competitivas sino en la tradicional caravana para clausurar el evento. Desde el Parque de la calle 44 a La Marina, ida y vuelta rodando por toda la península de Hicacos.
En el sitio web www.harlistascubanosrally.com ya queda abierta la convocatoria para el 10mo encuentro, sobre el cual los organizadores planifican mayor envergadura y el deseo de sumar a más motos, así como a nuevos amigos de todas partes del mundo.
Fotoportada: Competencia "El Más Lento". Foto: Marylin Luis Grillo.