El sueño de todo aquel que anda sobre dos ruedas es mantener equilibrio y la moto eléctrica GyroCycle lo hace realidad.
Para “salvar el planeta”, el transporte motorizado ha regresado al sistema de propulsión eléctrica, ahora con una tecnología que avanza día a día. Y digo “regresado” porque a inicios del siglo XX, los automóviles eléctricos superaban en número a los de motores de combustión. Pero los eléctricos no tenían autonomía y ganaron los de combustión.
Ahora, provisto de cada vez mayor autonomía, contemplamos la movilidad de los nuevos vehículos eléctricos con la certeza de que miramos al futuro, particularmente en las motos, pues ya se sabe que en las ciudades por venir, los automóviles, ómnibus y camiones “no cabrán”, serán los más pequeños los que lograrán circular, ya sea de 2 o 3 ruedas.
Ahí la moto eléctrica podría tener un papel preponderante como transporte individual, mientras trenes eléctricos (subterráneos o elevados), tanto de carga como de pasajeros, serían los transportes públicos, según especulan los especialistas dedicados a “predecir” el futuro del transporte. Y como se podrá ver, las motos serán muy seguras.
La GyroCycle, que traemos hoy, es un prototipo de esas motos eléctricas.
Fue creada por la compañía norteamericana Thrustcycle, que está radicada en Hawái (un archipiélago del océano Pacífico central que, desde 1959, es el estado número 50 de los Estados Unidos de América).
Esta sofisticada moto, tipo scooter, tiene un diseño vanguardista.
Sin embargo, su mayor aporte a los vehículos de dos ruedas, es el sistema giroscópico auto-estabilizador que evita que el motociclista tenga que bajar los pies al hacer una parada. Solo este detalle revolucionará el uso de los vehículos de una sola huella. Además, se infiere la eliminación de cualquier accidente por la pérdida de control o de balance.
Para lograr esta ‘virtud” de la GyroCycle, la compañía Thrustcycle puso a trabajar sus ingenieros para desarrollar unos dispositivos rotatorios que crea el efecto giroscópico, el cual mantiene la moto en posición vertical. Esta suerte de “equilibrio automático” le da más control al piloto y aumenta su propia seguridad.
Una moto con esta tecnología revolucionaría el mercado de las dos ruedas y podría abrir un abanico de posibilidades para las personas que se rehúsan a conducir una motocicleta, ya sea por temor o simplemente porque no han aprendido a manejarlas. Es probable que la GyroCycle consiguiera sumar más motociclistas.