Si crees haberlo visto todo en materia de motos, te equivocas, pues la increíble TMC Dumont supera las expectativas de cualquier amante de las motocicletas.
Se trata de una creación del expiloto brasileño de Fórmula 1, Tarso Marques, quien materializó el sueño que hasta él mismo dudó en hacer realidad: la TMC Dumont.
Con sólo verlo, este monstruo de dos ruedas llama la atención por su enorme motor, un Rolls-Royce de seis cilindros y 300 caballos de fuerza, como los que utilizaban los aviones en los años 60.
Otro elemento llamativo son sus peculiares llantas sin buje, unidas al chasis por la parte inferior y tan inmensas que se podría pasar a través de ellas con sus 36 pulgadas.
Aunque su creador no ha dado información exacta de cuál es su velocidad máxima, con 300 CV y teniendo en cuenta el grosor de las llantas, seguramente fundiría las gomas con pocas aceleraciones.
Su transmisión es automática, por lo que no es necesario accionar ningún embrague, algo que muchos pueden ver como una ventaja. Sin embargo, seguramente su radio de giro será tan reducido que sólo sería posible conducir esta moto en un desierto y no en una ciudad llena de coches.
Esta joya 100% brasileña, fue creada en honor a Alberto Santos-Dumont, un inventor, ingeniero y pionero de la aviación. Fue el primer hombre en despegar a bordo de un avión, impulsado por un motor aeronáutico, y realizar un circuito preestablecido.
Aunque la TMC no es la primera moto con un motor de avión, pues ya Frank Ohle se había atrevido a montar un motor Rotec Radial R3600 para crear la Barón Rojo, una motocicleta con una potencia de 150 CV.
Aun así, la TMC Dumont no deja de sorprendernos con sus descomunales dimensiones que desafían las leyes de la física y su increíble potencia que va más allá de la imaginación de cualquier amante de las dos ruedas.