He aquí una rareza, Aston Martin Atom, una historia deliciosa para cualquier amante del automóvil, sobre un auto innovador, considerado el primer prototipo europeo de todos los tiempos.
Aston Martín, esa leyenda del automovilismo ha creado verdaderas obras maestras a lo largo de su historia. Alcanzó su máxima notoriedad al ser “proveedor oficial” de James Bond, el dueño del 7 más famoso después de Cristiano Ronaldo, en la saga de películas que llevan décadas entreteniendo al mundo.
Pero reducir a Aston Martin a este papel sería mezquino e injusto. Se trata de un fabricante con méritos propios, con una producción artesanal, sin grandes series, y siempre enfocado al rendimiento y la calidad más exquisita. Basta decir que entre 1957 y el año 2000 se fabricaron menos de 12 mil unidades de esta marca, con algunos modelos que apenas llegaron a los 20 ejemplares.
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El Aston Martin Atom, de 1939, resulta entonces toda una rareza. Fue diseñado por el Jefe de Ingenieros, Claude Hill, a encargo de Gordon Sutherland, Director Administrativo e hijo de Arthur Sutherlan, dueño de Aston Martin en ese momento. Por supuesto, como es de imaginar, se construyó un único ejemplar, aunque plenamente operativo.
El Aston Martin Atom empleaba criterios de avanzada en cuanto a concepción, diseño y materiales empleados. La idea era crear un vehículo de muy bajo peso, buena manejabilidad y gran rigidez de su chasis. Esto sirvió de inspiración para nombrar el proyecto, relacionado a algo pequeño y poderoso: Atom.
Estaba construido a partir de su revolucionario chasis -a menudo llamado skeleton frame, tubular monocoque o space frame- que era un marco de acero tubular, de sección transversal cuadrada o rectangular, sobre el que se fijó la carrocería. Hablamos de 1939. Esta combinación aseguraba un bajo peso y gran rigidez. Para complementar, el uso del aluminio para la carrocería aligeraba muchísimo el vehículo.
Otro aspecto destacado es la suspensión delantera independiente, siendo el primer Aston Martin en emplearla. De igual forma, fue el primer auto británico en equiparse con un eje de engranajes cónicos hipoides, el cual reducía la altura y dejaba más espacio en el salón.
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El motor original -ha tenido varios- fue de cuatro cilindros en línea, montado delante, longitudinalmente, 1949 cc de cilindrada y capaz de entregar 98 CV de potencia. Estaba alimentado por dos carburadores Zenith, de una entrada. En 1944, se comenzó a usar el motor de válvulas a la cabeza, 1972 cc, y alimentado por dos carburadores SU, que sería empleado en el Aston Martin 2-Litre Sport, más tarde. Ambos fueron diseñados por Claude Hill.
La trasmisión estaba liderada por una singular caja semi-automática Cotal, de cuatro cambios y mando electromagnético. Con esta configuración se afirma que el Atom llegó a alcanzar 98 mph, poco menos de 160 km/h.
Aston Martin solicitó, y obtuvo, 27 patentes sobre diferentes tecnologías y soluciones empleadas en el Aston Martin Atom. Varios modelos posteriores emplearon su chasis, hasta 1959. Fue crucial en la supervivencia de la firma, pues David Brown la adquirió tras manejarlo en 1947.
Sin embargo, Arthur Sutherland conservó el Aston Martin Atom, como su vehículo personal hasta 1949, recorriendo unos 161 mil kilómetros con él, sin contratiempo alguno.
Por suerte para la historia, este único ejemplar sobrevivió a varios dueños posteriores, y a día de hoy se conserva en el Reino Unido, donde fue restaurado a finales del Siglo pasado. Llegó a acumular 402 mil kilómetros recorridos. Está considerado como el primer concept europeo de la historia, pues apareció unos meses después que el Buick Y-Job, reconocido como el primero del mundo.