Todos conocemos a DAF por sus vehículos pesados, sobre todo camiones. Pero antes, produjo interesantes autos ligeros, entre los que destacó el lanzado en 1956, en el Salón de Ámsterdam de aquel año.
El flamante DAF resultaba novedoso y se inscribía en la tendencia europea de vehículos cuya practicidad era prioritaria. Resaltaba por su innovador sistema de transmisión variable por correas y un pequeño motor bicilíndrico.
El proyecto había nacido en 1954, cuando se hizo evidente la necesidad de un automóvil pequeño y económico, ideal para una Europa en recuperación. Se aprovecharon diseños de 1941, logrados en la época de la ocupación nazi, los cuales incluso alcanzan la etapa de la construcción de prototipos y los pulen hasta lograr lo que buscan.
El Proyecto 355, como lo designaron, partió del concepto de automóvil compacto, con carrocería autoportante, un motor bicilíndrico de 250 cc y tracción trasera. En la idea se incluía una caja automática Dynaflow, de origen Buick, que luego fue desechada. A la par se desarrolla el Proyecto 455, que proponía un auto más grande, con capacidad para cuatro pasajeros.
A medida que se avanza se toman decisiones osadas e innovadoras. La costosa Dynaflow se sustituye por la transmisión mediante correas Variomatic, similar a otras de principios de siglo, que DAF complementa al convertirla en un sistema automático. Ya en septiembre de 1955 ve la luz el primer prototipo de lo que sería el DAF 600, que saldría a la luz pública el 7 de febrero de 1958 en el Salón de Ámsterdam, y que genera inmediatamente 4000 pedidos.
El 23 de marzo de 1959 comienza la producción del DAF 600, en dos versiones: Standard y Luxe. El primero sólo se vende en color gris y el segundo en seis colores diferentes. Tiene una carrocería de dos puertas y tres volúmenes, motor bicilíndrico, de cuatro tiempos, 590 cc y refrigerado por aire, el cual producía 22 CV a 4.000 rpm.
A esa pequeña unidad se acopla la transmisión Variomatic, basada en dos correas en V y cuatro poleas que variaban su relación de acuerdo a la velocidad del vehículo, manteniendo en cada momento el giro del motor en la zona óptima de torque.
El DAF es también novedoso en la suspensión independiente en las cuatro ruedas, la dirección por cremallera, frenos hidráulicos con campanas en las cuatro ruedas y rines de 12 in.
El vehículo se hizo popular y abrió las puertas a modelos más completos y potentes. Al ser tecnológicamente avanzado la marca pudo participar con éxito en competencias deportivas, tanto en pista como en rallyes, incluyendo el famoso de Montecarlo.