EL STANLEY-STEAMER, JOYA DEL VAPOR

Creado: Vie, 20/03/2020 - 14:33
Créditos
STANLEY-STEAMER
STANLEY-STEAMER

El más conocido de los productores de autos a vapor y que por mas años enfrentó a los de combustión interna, fue el Stanley-Steamer, (1897-1924) que entre 1899 y 1905 superó en ventas a los demás autos a gasolina.

Aunque ya en 1770 el francés Nicolás Joseph Cugnot crea un vehículo autopropulsado capaz de mover una pieza de artillería, el uso del vapor aplicado a vehículos terrestres (excluyendo los trabajos de TrevItchik y Stevenson que dio origen a la locomotora) no alcanza importancia sustancial hasta 1880 cuando surgen en Francia grandes productores como Bollée (1878), De Dion Bouton (1883), Peugeot (1889) y, en EE.UU., Ransom Eli Olds (1886), creador del Oldsmobile años después.

Otros fabricantes en diferentes países, también apostaron por esta tecnología que podía controlar mejor las emisiones nocivas a la atmósfera, pese a la desventaja de que solo ofrecía la mitad del rendimiento termal brindado por el de combustión interna; además del reto que presentaba su caldera y la atención al correspondiente suministro de agua.

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A pesar de lo anterior, en EE.UU, de 909 autos registrados en 1902, 485 eran de vapor, existiendo decenas de marcas dispersas en ciudades del país. La aparición del Ford modelo T, mas barato y fiable, fabricado desde 1908 hasta 1927 con más de 15 millones de autos vendidos, constituyó un duro golpe para la industria automotriz a vapor.

Stanley-Steamer

Importante rol jugó la introducción del arranque eléctrico, que eliminó el uso del crank para el movimiento inicial del motor del STANLEY-STEAMER y libró a los conductores del peligro de una grave fractura del brazo o algo más, en caso de un retorno brusco del cigüeñal durante el proceso de compresión. Lo anterior, entre otras causas, marcó el comienzo de la superioridad del motor a gasolina sobre otras formas de propulsión.

El más conocido de los productores de autos a vapor y que por mas años enfrentó a los de combustión interna, fue el Stanley-Steamer, (1897-1924) que entre 1899 y 1905 superó en ventas a los demás autos a gasolina. Con su compacta caldera y un motor de dos cilindros con doble acción, desarrollaba un poderoso torque disponible a cualquier velocidad; debido a ello, se conectaba directamente al eje trasero sin necesidad de embrague (clutch) o caja de velocidad.

Los construidos hasta 1914, lanzaban sus escapes de vapor directamente a la armósfera; los fabricados después de esa fecha fueron dotados de condensadores, que redujeron notablemente el consumo de agua de la caldera, logrando una mayor autonomía en su recorrido.

Como ocurrió desde el surgimiento de los automóviles, los Stanley….. no estuvieron ausentes de las competencias. En 1906, uno de ellos, conducido por Fred Marriott, alcanzó los 204 Km/h en Ormond Beach, Florida, antecesora de la que hoy conocemos como la Daytona 500. La marca no fue superada por carro alguno hasta 1910.

Aunque han existido hasta hoy intentos y prototipos de autos con este tipo de motor, solo han quedado, por ahora, los autos de colección que vemos en exhibiciones del STANLEY-STEAMER. El rival de hoy a los motores de combustión interna es el eléctrico, que también tuvo sus abuelos a fines del siglo XIX. Merecen un próximo comentario.

 📷: Wikipedia

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Sobre el autor

Lic. Ciencias Sociales en 1985. Trabajó en distintas actividades en el MITRANS desde el año 1964. Libros editados: Los abuelos de los almendrones, Tranvías y trenes eléctricos y en proceso Los automóviles aristócratas lujosos y herejes.