El Morris 1100 fue, en su momento, el auto más vendido del Reino Unido. Tenía detalles muy avanzados y una gran practicidad.
Tras el lanzamiento, en 1959, de los geniales Austin Seven y Morris Mini, el ingeniero lec Issigonis se centró en el proyecto ADO16, luego Morris 1100. Su desarrollo daría como resultado un sedán compacto llamado a romper records de ventas.
El Salón de Londres de 1962 vería, finalmente, el lanzamiento del Morris 1100, dotado de una carrocería de 4 puertas, y equipado con motor en posición transversal. Así, comenzó su producción en Inglaterra, donde se convirtió en el coche más vendido en el Reino Unido hasta el final de la década, tanto, que British Motor Corporation concedió licencias para su fabricación, por parte de otras empresas.
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De esta forma, a partir de abril de 1963 también lo construía Innocenti en Italia, donde se comercializaba como Innocenti IM 3. Luego fueron Australia, España, Irlanda, Sudáfrica y Chile, en este último la carrocería se elaboraba de fibra de vidrio. Asimismo, en Nueva Zelanda y Malta lo ensamblaron, en régimen de CKD.
La imagen del Morris 1100 fue perfilada mediante la colaboración entre BMC y la turinesa Pininfarina. Entre ambas lograron una imagen despejada, elegante, moderna para la época. El frontal está dominado por la parrilla de nueve finas barras horizontales, sobre los parachoques cromados, y los faros circulares Lucas. En el capó, por cuyo centro discurre un cintillo, destaca el escudo de la firma.
Al observarlo de perfil, la silueta posee equilibrio estético, gracias a los contornos brillantes de las ventanillas, cerraduras y tapacubos. También resalta su línea de cintura, que parte desde los faros y continúa por las aletas delanteras en una leve curva hasta el final de la zaga. Detrás, domina el fino diseño de los grupos ópticos verticales.
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La mecánica está definida por su tracción delantera, muy poco común entonces. Por eso, el motor 4 en línea, va montado transversalmente y, el radiador, en el lado izquierdo, reforzado con un ventilador continúo mandado por correa que se encarga de hacerle llegar el aire. Otra de sus novedades, casi una rareza, es que la caja de cambios y el motor comparten un cárter común, para reducir el espacio ocupado por ambos.
El Morris 1100 causó furor y, para maximizar su producción, desde 1963 comenzó a venderse también como Austin 1100. Incluso, hubo variantes más lujosas, como era el caso de las elaboradas por Riley, Vanden Plas y Wolseley, pequeños fabricantes que sobrevivían en el entorno del grupo BMC. Hasta el final de su producción, en 1975, de toda la serie ADO16 se construyeron unos 2.100.000 ejemplares.
