Las ventas mundiales de vehículos eléctricos del grupo germano se dispararon un 25% en los primeros nueve meses del año.
Es cierto. Puede que no todo le haya salido según lo planeado, porque entre otras cosas apareció la Covid-19 y lo pudrió un poco todo: la economía, los hábitos de consumo de la gente, la vida como la conocíamos… Pero también lo es que la estrategia de Volkswagen no estaba equivocada.
Poco a poco, la automoción eléctrica se abre paso y entre enero y septiembre, sin ir más lejos, el grupo alemán consiguió matricular en todo el mundo 366 400 vehículos cero emisiones, un 25% que los 293 000 vendidos por el consorcio un año antes. Y prácticamente más de la mitad de esa cifra la colocó en el tercer trimestre, al entregar 149 300 unidades eléctricas en los mercados en los que opera.
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Por regiones, en lo que va de año el consorcio que lidera Oliver Blume vendió 211 900 de esos modelos en Europa y otros 28 900 en Norteamérica, un modesto crecimiento de uno y 5,9%, respectivamente, pero crecimiento al fin.
Aunque el verdadero “boom” de estas ventas tuvo lugar en China, donde las entregas de Volkswagen pertenecientes a este nicho de la automoción sostenible se dispararon un 139,3% en los nueve primeros meses de 2022, hasta las 112.700 unidades, con 49 200 en el tercer trimestre del año.
A nivel de marcas, sobresalieron en este apartado la firma Volkswagen con 207 200 vehículos eléctricos entregados desde enero (con un alza del 23,5%), seguida por Audi con 77.000 coches (un 45,9% más), Skoda con 36 900 coches (+14,8%), y Porsche con 25.100 unidades, aunque esta última mostró un retroceso comercial de un 12,5%.
Seat y Cupra, por su parte, con 17 600 autos cero emisiones vendidos se apuntaron un crecimiento más que sobresaliente del 98,6%.
El resto de las entregas, en menor cuantía, correspondieron a la división de Vehículos Comerciales de Volkswagen, Traton, MAN, Scania, y Navistar.
