En 1971 se empezó a construir un prototipo de Harley Davidson eléctrica, pero no se fabricó nunca. ¿La idea se quedó en el “baúl de los recuerdos”?
El ingeniero Steve Fehr, de la compañía Transitron Electronic Corporation, construyó un prototipo único de moto eléctrica de la marca estadunidense Harley Davidson, en Honolulu, Hawái. Fue uno de esos proyectos que se adelantan a su tiempo, como otros conocidos, y que terminan parqueados en algún museo.
La crisis del petróleo en 1973, cambió a la industria automotriz al detener, de golpe, el constante crecimiento que venía mostrando desde el fin de la II Guerra Mundial. Así se empezaron a barajar ideas, unas muy nuevas y otras más viejas, para no depender de los combustibles fósiles, los cuales, además, eran fuente de contaminación ambiental.
Pero antes, en 1971, se empezó a “cocinar” la primera motocicleta Harley Davidson eléctrica, sin que la marca tuviera nada que ver con ella. Todo fue obra de Steve Fehr, un apasionado de la automoción, que pensó que sería una estupenda idea introducir un motor eléctrico en una moto de la mítica marca estadounidense.
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Y que después, contrario a lo que se piense, batallaría sin éxito por vender la idea a la compañía. Aunque el proyecto parecía bastante exitoso para una moto eléctrica en ese momento, Transitron Electronic Corporation no pudo obtener fondos suficientes para continuar su desarrollo. Incluso la propia Harley-Davidson mostró poco interés.
Sin embargo, el equipo de Fehr tuvo sus partidarios y un donante anónimo les proporcionó una moderna (para la época) Harley Davidson Sportster del año 1971. Le cambiaron el motor de combustión: 900 cc, OHV, V-twin; por uno eléctrico: Baldor de 24 voltios y 95 amperios, con cuatro baterías de plomo-ácido de ciclo profundo.
La potencia del motor eléctrico, fue transferida a una caja de transmisión automática, de cuatro velocidades, a través de una correa para después ir a una cadena como transferencia final a la rueda trasera. Un mecanismo fácil y poco costoso. Pero, siempre hay un “pero”, su mayor inconveniente era el peso de las cuatro baterías.
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En esos momentos, el peso de las baterías (especialmente las de plomo-ácido) era enorme. Por ello, el prototipo de esta e-bike Harley-Davidson pesaba nada menos que 628 libras (286 kilogramos). Era muy pesada. No obstante, logró acelerar de 0 a 80 km/h en apenas 6 segundos, algo solo conseguido entonces por los súper-deportivos.
📷: Harley Davidson eléctrica LiveWire(https://www.revistadelmotor.es/)
Estos automóviles, con motores de combustión que estaban entre 6 y 7 litros de desplazamiento, tenían más o menos la misma aceleración. Pero otro elemento negativo jugó en su contra: la velocidad máxima. El tope de la e-bike Harley-Davidson no pasaba de los 80 km/h y, eso, en una marca de tal calibre, es inadmisible.
Otro punto en contra fue la duración de carga de sus baterías: alrededor de seis horas, en movimiento. A la moto se le montó una pizarra de gran utilidad, con varios instrumentos: velocímetro eléctrico, tacómetro y amperímetro, con los que se mantenía al motorista siempre informado del funcionamiento de su moto.
Entre los interesados en el proyecto de la e-bike Harley-Davidson, estaba el legendario diseñador Brooks Stevens, quien hizo bocetos de vehículos tan icónicos como el de la Harley-Davidson FL Hydra Glide, de 1949, el del Studebaker Hawk Gran Turismo, de 1962 y el del Jeep Wagoneer. Stevens le vio potencial en el proyecto.
Stevens y Fehr trabajaron juntos y ayudaron a probar el prototipo en una pista de Wisconsin. La e-bike Harley-Davidson rodó unas 360 millas (579 km), bajo supervisión, sin presentar problema alguno. En 1978 se presentó tras invertir unos 70 mil dólares de entonces (alrededor de 14 millones de hoy día), pero esta e-bike capituló abrumada por críticas y falta de interés empresarial.
Y fue a parar al museo de Stevens, en Mequon, Wisconsin, donde estuvo en exhibición la Harley Davidson Eléctrica hasta 1999, fecha en que cerró el museo. Cuentan que, en el año 2014, salió a subasta la e-bike Harley-Davidson de Fehr y se vendió en 11 000 dólares. ¡Qué casualidad! Fue el mismo año que Harley-Davidson presentó su prototipo de moto eléctrica: LiveWare.
