Montesa, la marca más famosa de motocicletas españolas, nació en 1944, pero en 1958 se dividió y, para enfrentar la nueva competencia, se creó el modelo Impala, su mayor éxito.
Montesa, con una buena salud económico-comercial cosechó importantes triunfos deportivos en los años 50. Sin embargo, a fines de dicha década llegó el Plan de Estabilización y sus dificultades, que frenaron a Montesa, al punto que se vio obligada a salir del mundo de la competición. Trágica decisión que escindió la empresa.
La marca, fundada en Cataluña por Pedro Permanyer Puigjaner y Francisco Javier Bultó Marqués (Paco Bultó), quedó dividida. Mientras Paco Bultó se retiró para fundar una nueva marca (Bultaco), Permanyer maniobró para reflotar Montesa. Y así nació la rivalidad de ambas marcas españolas, en lo comercial y lo deportivo.
El encontronazo se produjo en marzo de 1959. Gran Premio de Montjuich, categoría 125 cc. Los pilotos: Juan “Tey” Elizalde, con Montesa, y Johnny Grace, con Bultaco. Carrera reñidísima, imposible pronosticar un ganador, vienen juntos, peleando. A unos metros de la meta, Tey adelanta un tanto con su Montesa y gana. Pero Bultaco presentó credenciales.
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Con la pista asegurada, Permanyer necesita un producto estrella. Así nace el proyecto que se llamará Impala. Designa para la tarea a Leopoldo Milá, un diseñador multifacético: él es quien crea la Montesa Impala. Es una moto de 175 cc (luego habrá modelos de competencias de 250 cc), con motor monocilíndrico de dos tiempos (2T).
Enfriado por aire, alcanza una potencia de 18 CV a 7000 rpm, aunque llega a girar 9000. Viene con carburador Amal 376/25, tiene cuatro velocidades y cloche húmedo, la transmisión final es por cadena. Pesa unas 220 libras ya habilitada. Su consumo es de 20 km/litro de mezcla gasolina-aceite. El arranque es por palanca (patada).
La carrocería está montada sobre llantas 19, con neumáticos 2.75 x 19. Los frenos son de tambor, de 180 mm de diámetro. El delantero trae sistema de doble leva, en una placa ventilada, mientras el trasero es simple en una placa cerrada. Su velocidad máxima es de poco más de 130 km/h. Y para probarla, Milá sometió a esta moto a una prueba brutal.
Organizó un equipo de tres motos, apoyado por un jeep Land Rover, para hacer un viaje de Barcelona a Ciudad del Cabo. ¡Atravesar África! Más de 20 mil kilómetros por parajes africanos. Salieron el 15 de enero de 1962 y tras 100 días de camino, llegaron a la meta. Todas las motos cubrieron el itinerario sin problemas, no hubo averías.
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Leí en alguna parte, que el nombre del modelo: Impala, nació rodando por las extensas llanuras africanas. El Impala es un antílope de la familia de los bóvidos (la misma de ovejas y toros). Tiene el cuerpo grácil, esbelto y es veloz. Habita en zonas de Kenia, Angola y Sudáfrica. Es probable que en la prueba de la Montesa, rodaran junto a Impalas.
Desde el primer momento la Montesa Impala consiguió grandes éxitos en lo técnico, comercial y deportivo. Fue premiada con el ADI-FAD, como el mejor diseño industrial de 1962 y, a día de hoy, constituye un ejemplo de diseño imperecedero.
Con la llegada del automóvil pequeño, las motos de carretera sufrieron un drástico descenso comercial. Montesa fue cambiando su cartera de ventas a motos off-road, especialmente de tipos trial y enduro. En la actualidad la marca Montesa es propiedad de Honda Motor Company y su producción se limita a motos para competencias de trial.