El Transition es el último de los prototipos fabricados para poder circular por carretera y por aire. No es primero, pero sí el más moderno. Es desarrollado por Terrafugia, una compañía creada por exalumnos del Instituto Tecnológico de Massachussets y se probó con éxito el pasado mes de marzo en el aeropuerto de Plattsburgh en Nueva York. Aunque los vuelos fueron cortos funcionó muy bien, repitiendo los despegues y aterrizajes más de diez veces.
Lo mueve un motor, construido por la firma austriaca Rotax, de apenas 100 CV, el cual consume gasolina sin plomo con un consumo medio de 7.83 l/100km. La autonomía es de 725 km y vuela a una velocidad de 185 km/h. Para pasar de avión a coche, o viceversa, sólo necesita 30 segundos y las operaciones las hace el piloto desde el interior.
Aunque en las pruebas realizadas el Transition estuvo en el aire apenas 37 segundos, los pilotos de Terrafugia aseguraron que harán, próximamente, nuevos test con vuelos largos. Es curioso que para pilotar uno de estos autos voladores no se necesites licencia de piloto, sino una especial con un adiestramiento de sólo veinte horas.
Si todo marcha sobre ruedas y por el aire, el nuevo auto volador se pondrá a la venta en 2011. De lo que aún no se habla es de cuánto va a costas adquirirlo.