Esta berlina, Serie 7 de la marca bávara, tiene en sí todos los atributos que un amante del automóvil quisiera tener en su coche: lujo tecnología y potencia. Y es que con una de estas naves rodantes uno puede competir con cualquiera en esas tres líneas tan diferentes. Lo único que se les puede reprochar a los fabricantes es el limitador de velocidad punta, el cual detiene la progresión del auto cuando arriba a los 250 km/h. Claro ya esta es una velocidad respetable para las leyes de cualquier país.
El propulsor es un V12, doce cilindros en V, de 6.0 litros de desplazamiento, sobrealimentado por dos turbocompresores y tres válvulas por cilindro (32 en total). Entrega una potencia de 544 CV a 5.250 rpm y un par motor máximo de 750 Nm entre las 1.500 y las 5.000 rpm.
Transmite al tren trasero por medio de una caja de cambios automática de ocho velocidades. Como ya se dijo, su velocidad punta fue limitada electrónicamente a 250 km/h, pero todo su arsenal equino se refleja en la aceleración. El BMW 760Li es capaz, a pesar de su peso que supera las dos toneladas, de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4.6 segundos.
En el interior cuenta con lujo y tecnología de primera. El conductor tiene un sistema de navegación con representaciones en 3D, detecta señales de tránsito, reconoce peatones, entre otros detalles tecnológicos. Destacan entre ellos la conexión a Internet que funciona sobre redes EDGE.
La amortiguación es independiente en ambos ejes, contando con un sistema de regulación automática llamado Variable Damper Control. Los frenos son de discos ventilados y ABS en las cuatro ruedas y calza neumáticos de 20 pulgadas de diámetro, 245/40 delante y 275/35 detrás.