Este súper deportivo, desarrollado por Ford Rally Sport, a partir de un Fiesta de calle hatchback de tres puertas, tuvo como primera misión ganar la clásica carrera, loma arriba, Pikes Peak International Hill Climp. Finalmente fue segundo en su categoría, a los mandos del mítico piloto del WRC, el finlandés Marcus Grönholm. Este pequeño gigante tiene prestaciones increíbles para un auto de tales dimensiones, con una velocidad en escalada que supera los 200 km/h.
El propulsor es un L4, cuatro cilindros en línea, de 2.0 litros de desplazamiento, sobrealimentado, doble árbol de levas en cabeza (DOHC) y cuatro válvulas por cilindro (16 en total). Esta maquinita desarrolla una brutal potencia de 900 CV. La velocidad promedio registrada durante la carrera frisó los 220 km/h, por lo que hubo momentos en que el cuentakilómetros pasó los 250 km/h.
En 1806, el teniente Zebulon Pike, fue el primer humano que intentó escalar la montaña que hoy lleva su nombre, ubicada en Colorado Sprint, pero no lo consiguió. Hoy es la montaña más visitada de Estados Unidos con más de medio millón de personas al año y segunda del mundo, sólo superada por el Monte Fuji, en Japón.
Una vez cada verano decenas de pilotos compiten en impresionantes autos y motos sobre un recorrido de 19,99 kilómetros de asfalto y grava con 156 curvas y un promedio del 7% de desnivel. Se inicia desde los 2 800 metros y el final es a más de 4 300 metros de altitud.
La primera edición de la carrera Pikes Peak International Hill Climp fue en 1916 y ganó Rea Lentz con un Demon Special, un coche artesanal. Demoró en el trayecto más de veinte minutos, el doble de tiempo en que se subió en la edición de 2009.