
Peugeot está rentabilizando al máximo su prototipo eléctrico EX1. Tras batir a finales de septiembre el récord de aceleración de un automóvil con esta tecnología en el circuito de Monthlery, a las afueras de París, a primeros de octubre voló a China en un avión de carga, con las baterías retiradas, como exige la legislación aeronáutica, con el objetivo de superar en el país asiático las marcas conseguidas en Francia.
Tras varios cambios de localización, el viernes se realizó la prueba en las pistas del aeropuerto militar de Chengdu, capital de Sichuan, la cuarta provincia más grande de China, y con una población de 13,4 millones de habitantes. Está situada en el centro del país y es conocida por albergar la mayor reserva de pandas del país. La prueba se superó con éxito.
Las pequeñas modificaciones realizadas en el vehículo le permitieron acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 3,49 segundos, frente a los 3,58 segundos conseguidos en París. Pero además volvió a batir todos los récords anteriores. El cuarto de milla lo cubrió en 12,67 segundos, frente a 14,40 hace menos de dos meses, y el octavo de milla en 7,08 (8,89 la anterior marca).
Las homologaciones las realizó la Federación China de Deporte Automovilismo (FSCA) siguiendo un protocolo internacional y fue con el piloto chino Han Han con el que se realizaron. Con él se conseguía otro de los objetivos de Peugeot, además de demostrar su poderío en la propulsión eléctrica, conseguir la mayor repercusión mediática posible en el mayor mercado automovilístico del mundo donde tiene unos ambiciosos planees de crecimiento comercial e industrial.
Han Han, de 28 años, es un idolo en su país. Además de pilotos de rallyes y de circuitos, en un país todavía con muy poca tradición en la competición automovilística, es escritor. Publicó su primer libro a los 17 años, y tiene una web que siguen 100 millones de entusiastas compatriotas en la que se muestra crítico, aunque con una controlada moderación, con la política social china. Buena muestra de la expectación que despertó esta prueba en China es que 180 periodistas locales estaban acreditados. A los que nos sumamos otros 20 europeos siendo EL MUNDO, el único medio español presente.
Y eso que las hostilidades entre las dos Coreas complicaron enormemente su realización. Inicialmente estaba previsto hacerla en el aeropuerto militar de la isla de Sanya, un lugar turístico por su clima tropical. Pero la escalada de la tensión entre los dos países vecinos puso en máxima alerta todos los aeropuertos militares de la costa china y el Gobierno ofreció a Peugeot otras localizaciones. Finalmente se optó por Chengdu, en el centro del país pero no demasiado al norte con lo que se conseguía asegurar una climatología templada ya que el exceso de frío afecta a las baterías (a menos de cinco grados no funcionan).
Junto al piloto chino realizó también la prueba el viajero y aventurero francés, Nicolas Vannier, una especie de Kitin Muñoz galo, que fue el piloto en la prueba francesa y transmitió sus recomendaciones a su colega chino.
El EX1, un espectacular prototipo biplaza que pesa sólo 997 kilos, de los 250 corresponden a las baterías de ion litio, y un reparto de pesos perfecto 50/50. Mide 3,50 metros de largo y sólo 88 de alto, pero su principal originalidad es la diferencia de anchura entre el eje delantero, 1,77 metros, frente a los sólo 90 del trasero. Está impulsado por dos motores eléctricos, uno en cada eje que le dan una potencia total de 360 caballos. La aceleración longitudinal en los primeros 39 metros alcanza 1G. Su escultural carrocería, diseñada para buscar el récord, está decorada en negro en los extremos y en verde degradado en el centro, lo que le da un aspecto de avión de caza mimetizado con el entorno.
La prueba comenzó a la 9:30 de la mañana y los pilotos llegaron hasta el EX1 en un 308 CC con la capota abierta para dar un aire más de competición al evento y resaltar el espectáculo al que se sumaron incluso los militares de la base fotografiándose con los pilotos y el coche, desde la tropa hasta los mandos condecorados. Sólo un cuarto de hora después, tras un primer intento Han Han había batido el récord. El Peugeot corría sobre el asfalto como una flecha, una comparación inevitable porque el ruido que hacía al pasar era muy similar. En pocos minutos se desmontaron las pancartas porque la pista tenía que ser utilizada para el aterrizaje de un avión que transportaba a un general.
Han Han comentó al finalizar su trabajo que nunca había corrido tanto con un coche con cuatro ruedas motrices, del que resalto lo sencillo que resultaba de conducir y las diferentes sensaciones que producía su superlativa capacidad de aceleración de récord. Por su parte, Jean Phillipe Imparato, director de Operaciones Internacionales de Peugeot, justificó la realización de esta prueba en China porque «es en este país donde se está construyendo el futuro del automóvil mundial» y en el que Peugeot prevé vender 500.000 unidades en 2015 y este año alcanzar las 150.000.