Pagani Huayra

Creado: Dom, 06/02/2011 - 20:15
Créditos
Willy Hierro Caveda
Pagani Huayra

Impresionante, súper potente y elegante son tres adjetivos que no definen completamente la última propuesta de Pagani. El Huayra, dios del viento según la mitología Aymara, supera en prestaciones, lujo y modernidad a cualquier modelo anterior de la casa italiana. Este espectacular coupé, con apertura de puertas tipo alas de gaviota será exhibido en el venidero Salón del Automóvil de Ginebra. Más velocidad punta, más aceleración y una aerodinámica activa destacan en su expediente de presentación.

El propulsor, de procedencia Daimler y producido por Mercedes-Benz AMG, es un V12 de 6.0 litros de desplazamiento, sobrealimentado por dos turbocompresores, doble árbol de levas en cabeza y cuatro válvulas por cilindro (48 en total). Genera una potencia de 700 CV y un par motor máximo de 1 000 Nm. Sin embargo, a pesar de su potencia, presume de ser el V12 de menor consumo producido por la casa alemana. No obstante, para garantizar una autonomía decente, el depósito de combustible alberga 85 litros.

Transmite al tren trasero por medio de una caja de cambios secuencial de siete velocidades. Con simple embrague de dos discos, la casa italiana prescindió de las modernas transmisiones robotizadas de doble embrague –que sin lugar a dudas realizan el cambio de marcha muchísimo más rápido y eficiente- por motivos de peso. Sus 70 kg adicionales van en detrimento de las prestaciones del bólido, por lo que optaron por la secuencial, más ligera, con levas tras el volante. Acelera de 0 a 100 km/h en 3.3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 370 km/h.

De su antecesor, el Zonda, solo heredó los faros delanteros. El chasis es íntegramente nuevo y fabricado en titanio y carbono, lo que además de garantizar menos peso aumenta la rigidez. Por otra parte, los semichasis de suspensión se construyeron de una aleación de acero con cromo y molibdeno. El Pagani Huayra tiene un peso final de 1 350 kg, para una relación peso/potencia de 1.93 kg por cada caballo de fuerza.

En el carenado destacan los cuatro alerones pequeños –uno en cada extremo de la carrocería- variables en altura, lo que garantiza un mejor coeficiente aerodinámico bajo diferentes condiciones de conducción. Además, son amenazantes las cuatro salidas de escape al centro y arriba de la zaga, algo que realzan su belleza y prestaciones.

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Willy Hierro Caveda