
Perder un coche es una faena. Que te lo roben, aún más. Y cuando ese coche es una descapotable de 1967, la situación se torna dramática. Le ocurrió a Bob Russell en 1970. Le robaron su Austin Healey, comprado apenas tres años antes.
Desde entonces, Russell no ha parado de buscarlo los últimos 42 años porque no podía olvidar a su pequeño juguete. Ahora contaba con un arma con la que no disponía entonces: Internet. Y este jubilado de 66 años, encontró su capricho de juventud en la web de subastas de objetos eBay.
El vendedor del vehículo (que no era quien lo había robado), pretedía que le pagase los 24.000 dólares que pedía por el coche, pero al final debió ablandársele el corazón (aunque el dueño original tenía todas las de ganar con la ley en la mano) y se hizo con él por pagando solamente los costes de transporte, 1.400 dólares, según cuentan en Jalopnik.
¿Qué hará con él? Parece que restaurarlo (y podría conseguir por el coche nada menos que 50.000 dólares), que podría ser una buena ayuda para darse un capricho en su jubilación.