
Los meses pasan y Michael Schumacher sigue sin despertar del coma. Gary Hartstein, jefe médico de la Fórmula 1 desde 2005 hasta 2012, es pesimista respecto a la recuperación del alemán: ”Conforme pasa el tiempo, parece cada vez más improbable que Michael se recupere en un grado significativo“.
Además, Hartstein informa de que pacientes en coma profundo, como Schumacher, son una incógnita para todos los hospitales: ”Es inevitable pensar que si su estado continúa sin cambios, llegue algún otro paciente que necesite la cama de Michael“.
El exmédico de la Fórmula 1 también ha comentado la noticia que difundió el diario Bild que exponía que Schumacher habría perdido unos 25 kilos: ”Es perfectamente posible y, de hecho, probable. Un paciente en coma no necesita realmente sus músculos… con la excepción del diafragma, que al igual que el corazón está casi siempre activo“.