Se llama Blow Car y su atrevimiento no está en sus líneas provocadoras o en las innovaciones de su motor, sino en su concepción transgresora en uno de los aparatados fundamentales de un coche: la carrocería. No, no se trata de usar fibra de carbono o cualquier otro material de última tecnología, sino algo mucho más sencillo: el aire. Y es que el arquitecto y diseñador italiano Dario Di Camillo ha aplicado a la automoción uno de los inventos que ha revolucionado el mundo de la aeronáutica, las piezas y componentes realizados a partir de compuestos de goma con aire en su interior. Y el resultado es el coche inflable o el Blow Car, un automóvil cuya carrocería está compuesta por globos de última tecnología.