Henchido del optimismo que se respira con la paulatina recuperación del sector, el Salón de Detroit, el más importante de Estados Unidos y uno de los principales del mundo, abre sus puertas desde este lunes y hasta el próximo 25 de enero para revelarnos no pocas de las sorpresas que traerán los distintos fabricantes automotrices a lo largo del 2015. No por gusto ningún escenario parece más propicio para arrancar el año celebrando una fiesta de este calibre que la populosa urbe de Michigan, finalmente restablecida de las secuelas dejadas por la dramática crisis del 2008, que casi lleva a la quiebra a dos iconos como General Motors y Chrysler.