Como una de las locomotoras de la economía doméstica, se califica a la industria automotriz nacional; o de uno de los pilares del modo de vida norteamericano, llaman al automóvil, que además significa para muchos un símbolo del sistema social dominante en los Estados Unidos. ¿Por qué perdió potencia la locomotora, se quebró el pilar y se ahoga el símbolo?
Economistas, analistas de la industria y especialistas del mercado se hicieron esta pregunta para llegar a un consenso general de los factores objetivos que la han llevado a la situación actual. Estos factores bien pudieran ser: calidad, soberbia, gustos impuestos, diversiones, surtido ficticio, atraso y el papel de los sindicatos del gremio automotor. Probablemente estos no fueron todos, pero resulta indudable que tuvieron su influencia.
CALIDAD. Con el propósito de multiplicar sus ganancias, la industria automotriz estadounidense entró en una carrera suicida. La calidad y durabilidad del producto quedó atrás y esto, en una industria masiva, es fatal. Los autos duraban poco y con ello perdían el valor de reventa, siempre tan sustancial. Otras industrias, como la japonesa, ofrecieron a los clientes alternativas más durables que los fueron conquistando.
SOBERBIA. A sabiendas que su mercado automotor interno era el mayor del mundo, los zares de la industria automotriz descuidaron otras plazas importantes, las cuales fueron asaltadas por las industrias de automóviles asiáticas. Los productos norteamericanos, fuera de Estados Unidos eran débiles. Chrysler, por ejemplo, apostó por el mercado local. Tan seguros se sentían que olvidaron lo único que los haría fuertes: fabricar buenos autos.
GUSTOS IMPUESTOS. Cuando los milagros del marketing lograron colocar la Ford Explorer en el gusto del cliente urbano de clase media, a fines de los años 80, se infectó el mercado con la ”fiebre de las camionetas“. Eran tiempos de gloria para las ganancias, pues los pick-up dan mucho mayor margen de utilidad que los automóviles. Todos fabricaban camionetas, incluyendo los asiáticos. Inmersas en el ”mundo de las camionetas“, las automotoras de Estados Unidos descuidaron el segmento de los automóviles, que fueron llenando los asiáticos.
DIVERSIONES. Una globalización ”grave“ también la sufrió la industria automotriz estadounidense. Deseosos de que cada vez más automóviles tuvieran el cuño ”USA“, los magnates de General Motors, que ya tenía las marcas Buick, Chevrolet, GMC, Cadillac, Oldsmobile y Pontiac, inventaron una nueva: Saturn. Luego compraron Hummer y Saab, negociaron Opel e invirtieron en la sudcoreana Daewoo. Chrysler, que tenía Dodge y Plymouth, compró Jeep y por un momento fue dueño de Lamborghini. Por su parte Ford, que tenía Lincoln y Mercury, se hizo de Land Rover, Jaguar, Aston Martin y Volvo, para crear PAG (Premium Automotive Group). Y todo terminó con el refrán: ”Quien mucho abarca, poco aprieta“.
SURTIDO FICTICIO. Tantas marcas diferentes acabaron proponiendo un surtido muy pobre, pues los autos comenzaron a parecerse mucho unos y otros, incluso algunos eran prácticamente iguales. Así, un Plymouth Voyager era igual al Dodge Caravan y al Chrysler Town & Country. Solo cambiaban algún faro, la parrilla o el equipamiento. Y este ”mal“ aquejó a toda la industria.
ATRASO. Desde el punto de vista tecnológico, la industria automotriz de Estados Unidos quedó atrasada si la comparamos con la europea y asiática. Mientras los autos europeos y japoneses venían con cajas de velocidades de cuatro cambios, los norteamericanos seguían con tres velocidades. Ya los europeos y japoneses tenían árbol de levas en cabeza, los norteamericanos seguían con el sistema ”push rod“ de varillas.
EL SINDICATO. En medio de una bonanza artificial, los sindicatos del gremio pidieron más y más beneficios para los obreros del sector, al punto que fabricar un auto en Estados Unidos costaba casi el doble de hacerlo en Asia, Latinoamérica o Europa del Este.
Con todos estos lastres, tenía que hundirse la industria automotriz de Estados Unidos. Hoy los mismos economistas, analistas y especialistas se preguntan ¿cómo salvarla?