
Aquí les presento lo exclusivo de lo exclusivo. Se trata del primer auto propio del tunero Carlsson, quien se ha dedicado desde hace mucho a tunear modelos de Mercedes-Benz. Sin embargo, lo interesante es que del C25 solo se fabricarán veinticinco unidades para celebrar el cuarto de siglo de la marca. Pero para darle más carácter excepcional al bólido, se venderá uno por país. El primogénito de Carlsson está basado en el Mercedes-Benz SL 600.
El propulsor es un V12, doce cilindros en V, de 6.0 litros de desplazamiento sobrealimentado con doble turbo. Cuenta, además, con doble árbol de levas en cabeza (DOHC) y cuatro válvulas por cilindro (48 en total). Entrega una potencia de 753 CV y un par motor máximo limitado a 1 150 Nm.
El poder es dirigido al tren trasero por medio de una caja de cambios automática de cinco velocidades. Desarrolla una velocidad punta de 352 km/h y alcanza los 100 km/h, partiendo de cero, en 3.7 segundos.
Las suspensiones, trasera y delantera, son independientes y los frenos de discos ventilados en las cuatro ruedas. Las llantas de aleación son de veinte pulgadas de diámetro, calzando neumáticos 265/30 ZR20 delante y 325/25 ZR20 detrás.