En Peugeot son conscientes de que el 207 no cubrió expectativas, no llegó a triunfar como esperaban y eso es algo que hay que remediar como sea con el nuevo Peugeot 208. La familia crece... y la competencia también.
De hecho el éxito de los fabricantes coreanos es una de las razones por las que Peugeot tiene tantos problemas. En esta comparativa el recién llegado debe vérselas con el Chevrolet Aveo, un coche al que, sin comerlo ni beberlo, de repente está vinculado: ambos pertenecen a General Motors. Pero este no es el único enlace que podrás ver en la prueba. El siguiente contrincante es el Mazda2. En su caso, el elemento de unión es el motor: Peugeot/Citroën y Ford/Mazda fabrican codo con codo el diésel turbo de 1,6 litros que se esconde bajo su capó.
Eso sí, el Peugeot 208 cuenta con una versión mejorada, más moderna, que además viene con un sistema de parada y arranque automático. Algo que, a día de hoy, parece totalmente imprescindible si no quieres que te tilden de antiguo y poco respetuoso con el medio ambiente. ¿Podrá el nuevo Peugeot hacer frente al Mazda, un coche de lo más manejable y divertido?
En el Mazda2 abres la puerta, te acomodas en sus asientos y rápidamente te das cuenta de que estás ante un puesto de conducción bien terminado. Ese toque diferenciador, de buen gusto, te hace sentirte especial en su interior. Sin embargo, los pequeños detalles son, a veces, los que dejan claro que el tiempo no perdona... ¿Dónde están el USB, el bluetooth o el navegador? ¿Qué pasa, que todo eso es secundario? Pues lo cierto es que, si hasta hace poco lo era en este segmento, ahora ya no. Por este motivo, el Mazda no está a la altura de los tiempos. Eso va también por la habitabilidad, ya que en la parte trasera solo pueden viajar holgadamente los niños. Por otra parte, el confort se ve reducido por sus incómodos asientos y la insonorización no es suficiente para crear un clima agradable en su interior. Respecto al motor (fruto de un acuerdo con Peugeot) no está al nivel de lo esperado, fundamentalmente porque su respuesta es escasa si cambias de marcha un poco antes de lo normal.
Fiat Punto:
¿No te da la sensación de que Bon Jovi saca el mismo disco cada cuatro años? Todo suena como siempre, los chicos lucen el mismo aspecto... pero la banda ya no tiene el mismo éxito ni la misma frescura de antes. ¿Y eso que tiene que ver con el Punto? Pues que, por decirlo de alguna manera, es el Bon Jovi de los utilitarios. En octubre de 2005 apareció como Grande Punto y en otoño de 2009 se le dio un buen repaso y comenzó a llamarse Punto Evo. Desde enero se llama simplemente nuevo Fiat Punto y su toque diferenciador queda subrayado por los nuevos faros, una inyección optimizada que mejora el rendimiento del motor y un sistema Start-Stop. El consumo es su mejor baza, sin duda. El italiano es el menos sediento de la comparativa. Su motor diésel, poco potente y ruidoso, trabaja en equipo con una caja de cambios de cinco velocidades con unos recorridos demasiado largos que no están a la altura.
Chevrolet Aveo:
Dime la verdad: ¿a que tú tampoco habías caído? Pues sí, a mí también me dejó un poco helado que Chevrolet hiciera llegar una nota de prensa en la que llamaba laatención sobre el alucinante parecido del puesto de conducción del Aveo con el del Corvette. ¿Me puedo tomar eso en serio? Pues igual de serio que el hecho de que ?Chevrolet niegue que el diésel de 1,3 litros del Aveo sea el mismo propulsor que el del Punto. Que sepas que es un motor powertrain de GM... sí, exacto, justo el que GM ha desarrollado con Fiat. La singularidad del diésel del Aveo se reduce a que tiene un sistema de inyección más viejo. Que el Chevrolet saque pecho frente al Punto se debe, sobre todo, al hecho de que su cambio de seis velocidades mantiene a raya las revoluciones y el consumo sin que sufra la potencia: sus 4,7 litros apenas superan por una décima los de su contrincante italiano, lo que habla muy bien en su favor.
Peugeot 208:
El nuevo 208 no tiene ganas de enfadar a nadie, hasta el navegador quiere ser políticamente correcto a la hora de dar sus indicaciones. Te digo esto para que veas hasta qué punto se han mimado los detalles en el Peugeot. Si se compara con su antecesor 207, el nuevo 208 pesa 100 kilos menos y su batalla se reduce en siete centímetros. Pero esto no es problema para que cuente con espacio y maletero de sobra. Además, el habitáculo ofrece confort a sus ocupantes y los asientos delanteros y traseros son igual de acogedores que antes. Sin embargo, hay algo molesto con los indicadores: solo los ves cuando miras por encima del volante. Lo hemos probado muchos de nosotros y, aunque algunos han encontrado una posición más o menos adecuada, la mayoría no ha logrado esa postura deseable y perfecta. En calidad no hay duda: los materiales son buenos y el diseño minimalista del puesto de conducción le da un aire más lujoso al 208.
Conclusión:
Peugeot no ha vuelto a reinventar los utilitarios, como ellos piensan, pero está claro que con el nuevo Peugeot 208 miran de frente hacia el futuro. Mantiene las buenas maneras de la saga 200, aparte de ser un utilitario que pueden conducir sin problemas aquellos que apuestan por coches más grandes. Con sus modernas formas saca pecho frente al Chevrolet y deja tras su zaga al Fiat (económico pero algo antiguo) y al ágil y estrecho Mazda, que además tiene un precio algo más elevado de lo deseable. Peugeot saca a relucir el felino que lleva dentro y se pone manos a la obra para intentar alcanzar las cifras de ventas que lograron sus predecesores. Si lo consigue o no lo sabremos con el tiempo, pero lo cierto es que tiene todos los ingredientes para ello.
Créditos
autobild.es