Ni bien anunció la salida al mercado del i3 para finales de este año, a BMW se le ha venido encima en pocas horas una avalancha de solicitudes, lo que habla a todas luces del prestigio que a día de hoy mantiene la marca bávara y sobre la mucha ilusión que ha sido capaz de despertar su primer modelo eléctrico.
Esto último quizás tenga que ver con las imágenes promocionales que mostraban recientemente a su versión prototipo desafiando las gélidas temperaturas del Círculo Polar Ártico o tal vez, simplemente, con el hecho de que por fin los principales fabricantes automotrices empiezan a apostar fuerte por el vehículo eléctrico y estos son ya una realidad
palpable.
De hecho, como afirmó el presidente de la corporación germana, Norbert Reithofer, en la conferencia de prensa anual del grupo: ”A medio plazo, las grandes ciudades no tendrán otra elección que impulsar el uso de sistemas de propulsión alternativos“.
Y es en ese sentido que el BMW i3 aspira a ocupar un papel protagónico en el mercado gracias a su avanzada tecnología de construcción, que le permite postularse como un vehículo que no genera emisiones, ninguna, concebido especialmente para su utilización en un entorno urbano. Diseñado con un habitáculo para pasajeros en fibra de carbono, que
reduce su peso entre 250 y 350 kilogramos respecto a un eléctrico convencional, ofrece una autonomía de 150 kilómetros que la marca estima ”suficiente“ en la mayor parte de las situaciones, si bien los clientes pueden solicitar de manera opcional un amplificador denominado Range Extender.
No obstante, por si ello fuera poco, el i3 dispondrá también de dos modos de conducción para elevar su eficiencia: en primer lugar, mediante el EcoPro se reducirá tanto la potencia como el par motor, para ganar unos 20 kilómetros de autonomía; mientras que el EcoPro+ desconectará todos los sistemas, excepto los obligatorios por seguridad (ayudas como el ABS y el ESC…) posibilitando la obtención de unos 40 km extra.
La firma muniquesa subrayó, además, que los plazos de producción se han reducido considerablemente empleando métodos únicos de ensamblaje y un menor número de piezas y partes, por lo que su fabricación requerirá tan solo la mitad de tiempo que un auto convencional. Así que el modelo de producción hará su debut oficial bien pronto, en el Salón de Frankfurt de septiembre próximo, antes de salir a la venta este mismo año.