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Esta exclusivísima joya rodante, de la cual se construyó una sola unidad, nace gracias a los caprichos del multimillonario norteamericano Edward Walson, hijo del inventor de la televisión por cables. Su pedido está inspirado en el Ferrari 330 LBM, utilizado en la película Toby Dammit de Federico Fellini. Walson se lo encargó a la casa de Maranello y con ella colaboró el carrocero y diseñador Pininfarina.
Se tomó como base un 599 GTB Fiorano, algo que se deja ver a todas luces si miramos el frente o debajo del capó. Completamente nuevo es el fuselaje descapotable y la saga, principales exigencias del propietario; además, su color dorado ha sido una condicionante de Walson, un detalle que le hace recordar el 330 LBM de la película de Fellini.
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El propulsor es un V12 a 65 grados con un desplazamiento de 6.0 litros, doble árbol de levas en cabeza (DOHC) y cuatro válvulas por cilindro (48 en total). Genera una potencia de 620 CV a 7 600 rpm y un par motor máximo de 608 Nm a 5 600 rpm. Es el mismo motor utilizado en el 599 GTB.
Transmite al tren trasero por medio de una caja de cambios secuencial de seis velocidades. De seguro no alcanza los 330 km/h, debido a su sobrepeso de 20 kg y a la nueva carrocería, pero sin duda supera los 300 km/h con una aceleración de 0 a 100 km/h por debajo de los 4.0 segundos.
Este bello superdeportivo, que está apto para circular en la calle, se presenta con unas extraordinarias llantas de aleación cubiertas por neumáticos 245/35 R20 delante y 305/35 R20 detrás.