Ford de 1929, nuevecito

Creado: Dom, 07/08/2016 - 16:47
Créditos
Por Willy Hierro Allen/ Fotos: Patricia Alonso Díaz
Ford de 1929, nuevecito

Tras 87 años de fabricado, un automóvil Ford A modelo Sedán Tudor, está rodando en La Habana para felicidad de su propietario y amigos, quienes lo devolvieron a la vida después de una concienzuda restauración llena de voluntad, deseos y buen gusto. Y ahora es orgullo de la familia Mesa.

Cuentan que transitaba por las calles de Varadero (la playa más famosa de Cuba), en muy mal estado, con un cartel colgado que anunciaba: se vende. Y fue Iván Mesa quien recorrió 150 kilómetros para comprarlo y traerlo a La Habana, o más bien, como ellos dicen ”rescatarlo“. La ingente labor de restauración estuvo a cargo de Hansel Mesa, con el apoyo de Francisco y Tomasito.

Así, de la chapistería se encargó ”el Pili“ (Ángel Manuel), de la pintura ”el Bolo“ (Iván) y de la mecánica el dúo de Rogelio y Carlín. El Ford A tiene motor de cuatro cilindros (3 285 cc) y 40 CV  de potencia. La carrocería de los Ford A, a diferencia de su antecesor (Ford T) que solo estaba disponible en color negro, se comercializaba en cuatro colores, incluido este azul que le dieron.

A finales de la década del 20, el legendario Ford T (llamado Tin Lizzie por el público) estaba anticuado y Henry Ford suspendió su producción tras 18 años de fabricación, con vistas a confeccionar un nuevo modelo, que sería el A, el cual también resultó exitoso. La producción del Ford A comenzó el 20 de octubre de 1927 y salió a la venta el 2 de diciembre de ese propio año. Se mantuvo en producción hasta 1931.

Era moderno para su época y tenía grandes ventajas al compararlo con el modelo T. Especialmente su caja de velocidades de tres marchas, los amortiguadores hidráulicos y el sistema de frenos en las cuatro ruedas. También venía con llantas de radios, limpiaparabrisas, indicador de gasolina y manómetro para medir la presión de aceite. Y hubo un detalle que ganó muchos clientes: su mantenimiento se extendió a 8 000 km, algo muy por encima de la media de entonces. Del Ford A se produjeron más de cuatro millones (4 320 446) de unidades.

Para la familia Mesa y sus amigos, todos declarados fans a los autos y a las motos, el Ford A modelo Sedán Tudor (ahora podemos agregar ”Deluxe“) es una de sus joyas preferidas y parte de ese tesoro nacional que llamamos Museo Rodante. Por cierto, la producción de la película Rápido y Furiosos los invitó a participar en sus filmaciones habaneras.

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Por Willy Hierro Allen/ Fotos: Patricia Alonso Díaz