
Para la Fórmula 1, Estados Unidos sigue siendo de momento el país de las pocas oportunidades. Según el jefe de la competición, Bernie Ecclestone, la carrera planeada para 2012 en Texas corre peligro de ser cancelada.
"Sí, seguro, al cien por ciento", dijo el gerente de la competición en una entrevista con la agencia británica PA publicada hoy en medio locales. La amenaza de Ecclestone llega justo después de la suspensión de los trabajos de construcción en el nuevo circuito de la ciudad texana de Austin, que sería sede de la carrera el 18 de noviembre de 2012. Ambas partes disputan públicamente sobre dinero, contratos y garantías.
Hicimos todo lo humanamente posible para que esta carrera pudiera celebrarse", dijo Ecclestone. La decisión final de si se corre o no la prueba será tomada en la reunión del 7 de diciembre en Nueva Delhi del consejo mundial de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
Ecclestone habría dado a los responsables de Austin un plazo de tres semanas. Las posibilidades de los texanos no son las mejores. Aparte de la actual confusión y de los negativos titulares de prensa, el hecho de que a partir de 2013 se dispute una carrera en un circuito urbano en el espectacular escenario de Nueva York influirá también en las negociaciones. Según un comunicado del Circuit of The Americas (COTA) de Austin, las obras quedarán interrumpidas hasta que no se cierre un contrato que asegure la celebración de la carrera.
Ecclestone aclaró que el contrato original firmado con la "Full Throttle Productions Company" de Tavo Hellmund fue rescindido por violación de sus términos. Éste tenía en principio los derechos de organización de la carrera. En su sustitución, el británico aseguró que inició negociaciones con los fundadores del circuito, que sin embargo todavía deben ofrecer la correspondiente garantía.
Los 25 millones de dólares que podrían servir a este fin, los aportará el estado de Texas sólo después de la primera carrera, y no por adelantado. Posiblemente, el año próximo Estados Unidos se quedara de nuevo sin carrera de Fórmula 1, para enojo de la clase reina del motor.
"Estados Unidos no necesita la Fórmula 1, nosotros necesitamos a Estados Unidos", dijo el jefe de McLaren, Martin Whitmarsh, que también preside la asociación de equipos FOTA. La última carrera de Fórmula 1 en el país norteamericano tuvo lugar en 2007 en Indianápolis.