
Ahora que los compactos toman fuerza en todo el mundo, la marca italiana Lamborghini no quiere quedarse a la zaga, a pesar de no olvidar que nació y se mantiene como fabricante de superdeportivos. Así, ha tomado como base el Gallardo LP570-4, que era el más ligero que había fabricado y a puesto en consideración de sus seguidores el Superleggera, siendo desde ya el más menudo de la marca transalpina.
Las modificaciones, con respecto al Gallardo, se dirigieron hacia la carrocería para actualizar sus líneas aerodinámicas. Además, las nuevas tomas de aire sumado al difusor trasero benefician la refrigeración del motor. Y todo en conjunto conforma un compacto de altísimas prestaciones.
Lo mueve, y de qué manera, un V10 (diez cilindros en V) con un desplazamiento de 5.2 litros, doble árbol de levas en cabeza (DOHC) y cuatro válvulas por cilindro, cuarenta en total. Genera una potencia de 570 CV a 8 000 rpm y un par motor máximo de 540 Nm a 6 500 vueltas.
Transmite a las cuatro ruedas por medio de una caja de cambios manual de seis velocidades. Lleva el velocímetro hasta los 325 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 3.4 segundos.
Tiene un peso homologado de 1 340 kilogramos, para una relación peso/potencia de 2.35 kilogramos por cada caballo de fuerza. Las suspensiones son independientes en ambos ejes y los frenos son de discos ventilados en las cuatro ruedas. Las llantas de 19“ de diámetro se calzan con neumáticos Pirelli P-Zero Corsa 235/35 ZR19 en las cuatro ruedas.