Después de Mugello, 31 de mayo, donde Lorenzo superó a Rossi en su propia casa, las cosas se le han puesto difíciles al mallorquín. Primero el duelo en Catalunya (para guardar) y hasta la última prueba antes del parón de verano, en Donington, Il Dottore ha superado a su compañero de filas. Es una guerra declarada que a todas luces domina el campeón. Pero hay algo donde el español supera a la estrella italiana, la clasificación por el premio BMW M al mejor piloto en clasificaciones.
Sin embargo, ambos jinetes tienen un rendimiento en clasificatorias muy parejo, con cuatro poles per cápita en diez carreras. El acelerón de Valentino se nota, con primeros lugares en la grilla en las dos últimas carreras. No obstante, Lorenzo es líder con cinco puntos de ventaja sobre su actual pesadilla.
Es tanta la ventaja de los dos pilotos de Yamaha que el ganador del BMW M del pasado año, Casey Stoner (Ducati), está a 28 unidades de Rossi. Claro, no es una ventaja definitiva, pero sí difícil de superar. Mucho más, después de ver el rendimiento y regularidad de los pilotos de La Marca de los Diapasones.
Otro que ha quedado fuera de posibilidades es Dani Pedrosa (Repsol Honda), el barcelonés ha arrastrado lesiones y malos resultados que lo separan a 75 puntos de su compatriota y líder de la justa.
A estas alturas y a falta de ocho pruebas se sabe que el trofeo BMW M, con deportivo incluido, es cosa de dos y los dos son jinetes de Yamaha. Si me preguntan ¿quién ganará? Digo Rossi, sin pensarlo.
Esto es, ahora mismo, una batalla psicológica y en ese terreno el de Tavullia es quien tiene las de ganar. Si no, recuerden Laguna Seca, una pelea que en un principio parecía fácil para Lorenzo y terminó con una pole demasiado dolorosa que lo dejó mal trecho para el combate dominical.
Pero el final está por ver, por ahora el líder por el trofeo BMW M es el mallorquín y no bajará la guardia, Lorenzo es de peleas.