El viernes pasado en Monza, empezaron a difundirse informaciones de que los Red Bull no habían pasado satisfactoriamente las pruebas impuestas por la FIA para calcular la flexibilidad de los alerones. Esto justificaría en parte los pobres resultados de la escudería de Christian Horner, que no pudo pasar de un cuarto puesto con Sebastian Vettel y un sexto con Webber.
Según estas informaciones, el RB6, junto a los Ferrari y los McLaren, fueron los únicos coche que se sometió a las pruebas de la FIA durante diferentes momentos del viernes y del sábado.
Sin embargo, otras fuentes apuntan a que Red Bull y McLaren, quienes habían admitido realizar modificaciones antes de viajar a Monza, preguntaron motu proprio si podían someterse a los nuevos test de la FIA. De esta manera, el MP4-25 superó la prueba, pero el Red Bull suspendió por un pequeño margen, según informa la cadena británica BBC.
Rápidamente, el equipo austriaco modificó partes del monoplaza durante la noche y después de la cuarta plaza conseguida por Mark Webber en la calificación, el coche volvió a realizar la prueba, que oficialmente superó por fin.