El cardenal Stanislaw Dziwisz envió al piloto polaco accidentado Robert Kubica un relicario con un trozo de túnica y una gota de sangre del papa Juan Pablo II, fallecido en 2005.
Kubica, devoto y compatriota de Juan Pablo II, se recupera en un hospital de Italia de un accidente que sufrió el domingo durante la disputa de un rally y que le hará perderse casi con seguridad toda la temporada de Fórmula 1.
Dziwisz hizo llegar al piloto un medallón con el trozo de tela y la gota de sangre. El también arzobispo de Cracovia, ciudad natal de Kubica, fue secretario del papa durante muchos años.
"Le deseo una rápida recuperación y también mucha fe, que le ayudará para salir de esto rápidamente", afirmó Dziwisz a la emisora de televisión TVN24.
TVN24 dijo que el religioso le dio las reliquias a uno de los reporteros de la cadena en Roma y pidió que se lo hagan llegar a Kubica, que tiene una foto del pontífice fallecido junto a su cama del hospital y en cuyo casco lleva escrito siempre el nombre de Juan Pablo II.
Kubica se recupera bien, pero en las primeras horas se temió por la movilidad de la mano derecha, por la que estuvo siete horas en el quirófano.
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La Tercera