Finalmente el Yeti existe. Y no, no se trata del abominable hombre de las nieves, sino del primer SUV producido por Skoda, que ha querido ampliar su gama poblando un segmento que cada día crece en popularidad y adeptos con un modelo compacto, atractivo y lleno de sorpresas.
Tras presentarlo oficialmente en el pasado Salón de Ginebra, la marca checa exhibió su más reciente creación en la muestra de Barcelona, donde volvió a acaparar los elogios combinados del público y la crítica.
Dotado de un diseño robusto y estilizado que lo destaca de sus competidores, el Yeti responde a las exigencias de los nuevos tiempos con una versatilidad que en nada afecta sus prestaciones y ofrece unos parámetros de consumo y emisiones de CO2 que lo sitúan a la cabeza de su segmento.
Así, al margen de su imagen sólida, este modelo de Skoda disponible en tres versiones de equipamiento (Track, Ambition y Experience) se precia de brindar un excelente dinamismo en su conducción gracias a los motores que monta, con dos versiones de gasolina y tres diesel.
La versión de entrada es un bloque naftero de cuatro cilindros y 1.2 litros , que eroga 105 CV de potencia gracias a su propulsor turbo, acoplado únicamente con tracción delantera a diferencia del resto de la gama. La otra alternativa en gasolina es el 1.8 TSI de 160 CV, mientras las tres opciones diesel constan del motor 2.0 TDI (110, 140 y 170 CV) con filtro de partículas y sistema common rail, cuya primera posibilidad permite elegir entre tracción delantera y 4x4.
De modo que todas estas características confirman la calidad del Yeti como quinto elemento en la gama de Skoda, presto a satisfacer las necesidades de un amplio abanico de usuarios.