El Ssang Yong Actyon Sports, un pick up de doble cabina y cinco metros de largo que se presenta en 2012 con su segunda generación, es nuestro auto a prueba. La tierra de mis ancestros, Arriete, un diminuto pueblito que junto a Ciego Montero conforman un consejo popular de unos 4 000 habitantes y que pertenece al municipio de Palmira en la provincia de Cienfuegos, nuestro destino.
Cuando te enfrentas al Actyon Sports trasmite poder; además, te invita a adentrarte en él con sus atractivas líneas de diseño donde destacan el capó y las luminarias delanteras. Dentro sientes la sensación de estar en un SUV, por el confort, equipamiento y espacio interior. La butaca del conductor se puede regular en distancia, inclinación y elevación, mientras que el volante te da la oportunidad de graduarlo a la altura precisa para lograr la mejor posición de manejo.
Los ajustes de los retrovisores exteriores se realizan de manera eléctrica con mandos situados en el extremo izquierdo del salpicadero. En el reposabrazos del conductor están ubicados los controles del cierre centralizado y el accionamiento de los vidrios eléctricos con bloqueo incluido. El panel de instrumentos es convencional y como la mayoría de los coches actuales combinan la información de manera analógica y digital: dos relojes grandes a los extremos (tacómetro a la izquierda y velocímetro a la derecha) y dos pequeños al centro y arriba: reloj de temperatura del agua en el radiador y nivel de combustible. La pantalla digital con iluminación LED, al centro y debajo, brinda la información de la computadora a bordo: consumo puntual de combustible, promedio de consumo, autonomía, entre otras; además, se refleja la información de la transmisión automática. Cuando pones en marcha el motor la insonorización en el habitáculo es de primer nivel y si pisas el acelerador no te imaginas que tanta carrocería la mueve un pequeño motor sobrealimentado de cuatro cilindros en línea, 2.0 L de desplazamiento y mecánica diesel. La salida de abajo es impresionante gracias al par motor de 360 Nm a partir de las 1 500 rpm, con una potencia máxima de 155 CV a 4 000 rpm.
Arriete, conocida como la tierra de la piedra azul, es la cuna de mis ancestros. De allí escuché fantásticas historias contadas por mi abuela y mi padre, que lo convirtieron en un lugar de ensueño para mí. Separado de La Habana a 250 km, la mejor ruta es tomar la Autopista Nacional hasta la intercepción con Cartagena y luego adentrarse por los caminos que unen ese poblado con Ciego Montero-Arriete.
Realmente, de no contar con un auto como el Ssang Yong Actyon Sports hubiese sido casi imposible llegar hasta ese angosto lugar, en un trayecto al que se sumaron las pésimas condiciones meteorológicas. Por suerte para nosotros el temporal amainó una vez que rebasamos Aguada de Pasajeros. Con tramos de tierra, fango y piedra, el camino fue la mejor prueba posible para un pick up que presume de excelente comportamiento sobre terrenos rigurosos absorbiendo todas las irregularidades del camino. Eso se debe en gran medida a la amortiguación trasera de cinco puntos con resortes helicoidales, algo que lo diferencia de la mayoría de las camionetas de la competencia que emplea hojas de muelle. Con tracción en las cuatro ruedas, conectable con un botón a la derecha del timón en el salpicadero, el Actyon Sports cuenta con una transmisión automática de seis velocidades. Esta tiene dos modos de manejo: D (directa) ciento por ciento automática y M (secuencial manual) con mandos en una palanquita ubicada en el pomo de la palanca de cambios o por botones colocados en el volante. No son los modos más convencionales y al principio extrañas las levas tras el timón o los movimientos de la palanca de cambios hacia adelante o hacia atrás para efectuar los cambios en el modo manual. Cuenta, además, con un botón en la parte delantera de la palanca de cambios para colocarlo en modo invierno (Winter) para pavimento resbaladizo.
Otro punto que me llamó la atención, en el modo manual de la transmisión, es el hecho de que no cambia automáticamente cuando llevas el motor a la máxima potencia, algo común en las cajas automáticas actuales. Sin embargo, responde muy bien cuando pisas a fondo el acelerador. En la pantalla digital se muestra la marcha seleccionada, pero tiene el inconveniente de que cuando frenas y paras el indicador de la pantalla no regresa automáticamente a la primera velocidad, aunque la transmisión sí. Por otra parte, son muy llamativas las llantas de aleación de cinco rayos que calzan neumáticos 255/60 R18 en las cuatro ruedas. Ellas dejan ver los poderosos frenos de discos ventilados en el tren delantero y macizos en la zaga. Al llegar al pueblito de Arriete nos embarga un sentimiento especial. Muy cerca de la estación de ferrocarriles y el molino de piedras se encontraba la estancia de la finca, hoy convertida en comedor de escuela y como capricho del destino, en la caballeriza habita la familia formada por Carlos Manuel Reyes Palazón, hijo del otrora jefe de caballeriza y criado junto a los hijos de mis tíos abuelos. Cuentan los pobladores de Arriete que doña Rosa y el señor Allen, mis bisabuelos, heredaron las peores tierras repartidas entre cuatro hermanos, dentro de las cuales se encontraba una cantera de piedras azules. Prósperos en la explotación de la cantera y en la producción de hijos –tuvieron diez–. Cuando crecieron formaron la sociedad anónima Los Hermanos Allen, la que desarrolló florecientes negocios de carnicería, lechería automatizada y fábrica de mantequilla.
Luego de escuchar numerosas anécdotas contadas por Carlos Manuel Reyes, de su infancia, adolescencia y juventud le pedimos que nos llevara al lugar de la cantera donde se comenzó a explotar la piedra. Nos comentó que el camino estaba bien malo por las aguas de los últimos días pero que pensaba que en un carro como el que llevábamos era posible llegar. Y así fue. Al Ssang Yong Actyon Sports le conectamos la tracción a las cuatro ruedas y se movió como pez en el agua entre piedras, el fango y numerosas pendientes de pronunciadas inclinaciones ascendentes y descendentes. Así, nuestro auto a prueba demostró que a pesar de todo el confort que exhibe es un verdadero todo camino en las condiciones más severas.
De regreso, por la Autopista Nacional y con el pavimento totalmente seco pusimos la tracción a las ruedas traseras, la transmisión en modo manual y el acelerador a fondo. En primera alcanzó 48 km/h a 4 500 rpm, en segunda 75 km/h a 4 500 rpm, en tercera 110 km/h a 4 400 rpm, en cuarta 140 km/h a 4 300 rpm, en quinta 165 km/h a 3 700 rpm y en sexta 175 km/h a 3 100 rpm. Como llevábamos vacía la zona de carga, por encima de los 140 km/h se mueve un poco, pero la realidad es que siempre nos sentimos seguros y dueños de la situación. La vida a bordo es placentera, no solo por el espacio –que es amplio y homologado para cinco pasajeros– sino también por el aire acondicionado que, aunque monozonal, domina muy bien todo el habitáculo. Destaca, además, el equipo de sonido con radio, lector de CD en formato MP3, entrada auxiliar y puerto USB. Aumentan el confort los mandos al volante y el bluetooth para la conexión de manos libres en el teléfono.
A unos 60 km de la capital el trópico nos jugó otra mala pasada con una lluvia torrencial como pocas he visto. No obstante, el Actyon Sports nos permitió el regreso a casa sin contratiempos. En total recorrimos poco más de 500 km con un consumo medio registrado, a pesar de las condiciones adversas, de 10.5 L/100 km. Teniendo en cuenta que el tanque de combustible tiene capacidad para 75 L de gasóleo, posee una autonomía aproximada de 700 km por depósito. Aunque no lo probamos, según catálogo tiene una capacidad de carga de 392 kg y una de arrastre con freno de 2 300 kg.
Resumiendo, el Ssang Yong Actyon Sports 2012 es un pick up de buen comportamiento en ciudad, carretera y por terrenos angostos. Nos pareció pequeña la pantalla digital, así como el porta documentos del salpicadero. Puede mejorar el sensor de la transmisión que indica la marcha en modo manual, para que regrese como la transmisión a primera en la pantalla. Pero de cualquier manera nuestro auto a prueba cumplió con creces las expectativas de un coche que te brinda un notable confort y un desempeño importante como todoterreno. Excelencias del Motor realizó este Viaje de Prueba con la colaboración de la firma italiana Resigum y Finauto International LTD, concesionario de las marcas Kia y SsangYong en Cuba.